La música tiene efectos muy positivos para la mente. Podemos aplicar la psicología de la música para mejorar nuestro estado emocional.
La mente cambia después de escuchar una canción, por lo que puede llegar a ser una gran herramienta para mejorar el estado emocional, por supuesto, siempre que se oiga el sonido apropiado para cada estado de ánimo.¿Qué oír cuando estamos tristes?
Todos sabemos que cuando estamos tristes y decaídos,
la mejor cosa sería escuchar música alegre o canciones con una letra positiva, que nos anime, pero a pesar de ser algo obvio, muchas personas caen en la de escuchar canciones dramáticas, tristes y negativas.Me atrevería a decir que todo el mundo alguna vez, en algún día triste, en vez de colocar un CD con canciones positivas, prefirió escuchar canciones más pesimistas, tristes y dramáticas disponibles en la industria de la música. ¿Por qué sucede esto? Porque nos dejamos llevar por el subconsciente
. Cuando estamos tristes, la mente quiere una mayor dosis de pesimismo, solicita música que esté en sintonía con su estado de ánimo.
No activamos la razón y estamos influenciados por los deseos del cuerpo.Si al contrario, usted coloca una canción que considera que podría ayudarle, conseguirá deshacer esos patrones poco saludables. Si usted está deprimido y triste, no se abate aún más. No seamos masoquistas y elegimos en cada momento lo que puede ayudarnos a mejorar nuestras emociones.¿Qué oír cuando estamos contentos?
Cuando estamos contentos,naturalmente vamos a querer escuchar
canciones alegres
, animadas y positivas. Aquí el subconsciente nos lleva a hacer esto sin la necesidad de activar la razón. Este tipo de música nos inducir a mantener e incluso a aumentar la alegría y la motivación que tenemos. También puede suceder que como nos sentimos bien, nuestra razón nos convenza de que nada malo sucederá si escuchamos canciones tristes porque estamos contentos. Si las cosas van bien y estamos felices, no sucederá nada si escuchamos canciones tristes, pero siempre que sea con moderación y acabemos, como toque final, oyendo algo más energizante y esperanzado. Una canción triste y negativa siempre disminuirá nuestra alegría y motivación.Cuando estamos con un buen estado emocional y muy alegres, casi no vamos a percibir que la alegría disminuye al oír música dramática, pues la balanza va a inclinarse hacia el lado de las cosas buenas de la vida, pero si las cosas no van bien y el suyo el positivismo está desmoronando, lo que vas a conseguir oyendo las canciones tristes será aún más depresión.
El cerebro responde de forma automáticaCuando las olas de la música penetran en nuestros oídos, automáticamente el cerebro responde siguiendo el ritmo del sonido.Si es alegre, sentiremos la necesidad de mover el cuerpo; nos activamos y el astral se elevará.Lo mismo sucede con la música relajante y clásica, que es captada por el oído y transformada por el cerebro en sensaciones de paz, sedación, desactivación, siempre que podamos centrarnos exclusivamente en lo que escuchamos.
Diferentes estudios realizados en el Massachusetts General Hospital y en diversos hospitales de Hong Kong, nos dicen que las personas que escuchaban música diariamente durante unos 20 o 30 minutos, tenían la presión más baja, comparadas con aquellas personas que no la oyeron.Los golpes del corazón se sincronizan al ritmo de la música.
Se ha demostrado que, con olas rápidas, el corazón se acelera y ante un ritmo lento, los latidos del corazón disminuyen.Al oír una música triste con mensajes dramáticos, el cerebro la transforma en tristeza, frustración, desánimo, apatía, melancolía, etc. Todo depende de las experiencias actuales o de las que hayamos atravesado, que estarán vinculadas con lo que estamos oyendo, ya partir de ahí se producirá una respuesta u otra.
No siempre es negativo escuchar canciones tristes, a veces sirven como aprendizaje o despedida; bien usadas, sirven para encerrar etapas y concientizarnos de los errores cometidos.
Si las experiencias negativas que hemos tenido han sido superadas, no nos perjudicará, y podremos oír este tipo de canciones como una lección aprendida, como un canto a lo que sucedió. Si se realiza con moderación y aceptación, no siempre será negativo.Y no sólo escuchar la música produce efectos muy positivos en las personas; si también cantar, estaremos duplicando los efectos benéficos.
Si tienen voluntad, les invitamos a compartir las canciones que les ayudarán a enfrentar los momentos más difíciles, las que harán vibrar sus cuerpos y las que levantarán su astral.¿Se animan a experimentar los efectos positivos de la música?