Dicen que 'El Libro Rojo'de Carl Jung contiene la alquimia de una mente que aspiraba a viajar al submundo para rescatar su alma.Estamos ante un legado intelectual enigmático y fascinante, el Santo Grial del inconsciente para muchos y, para otros, la obra de un loco que en un momento dado llegó a repudiar a la humanidad. Si hay un misterio a ser resuelto en el mundo de la psicología es ese manuscrito que Carl Gustav Jung escribió entre 1914 y 1930. Es una obra inacabada, un libro entre lo profético, lo místico y lo psicológico;
además contiene ilustraciones impresionantes, donde las deidades se confunden con demonios ancestrales. "El espíritu de mi tiempo avanzó y cayó ante mí volúmenes enormes que contenían todo mi conocimiento. Sus páginas fueron hechas de mineral. " Libro rojo -Carl Jung- Son pocos los que se aventuraron a dar una explicación lógica y racional sobre lo que el padre de la psicología analítica pretendía con su
Liber Novus
. Sin embargo, tal vez no pretendiera nada, tal vez no se deba mirar con ojos científicos y objetivos un trabajo que en realidad se podría explicar como un ejercicio catártico, una terapia personal con la que permitía que sus demonios mentales corrieran sueltos en un momento de crisis existencial.
Tal vez fuera y nada más. Sin embargo, hay algo que debe ser destacado: después de la muerte de Jung, la familia guardó con recelo y en secreto ese manuscrito en una casa en Kusnacht, en los suburbios de Zúrich. Nadie debería acercarse a ese trabajo, ni siquiera a investigadores y sus compañeros junguianos. Más tarde, en 1984,El Libro Rojo o Liber Novus
fue transferido a un banco. Sólo en 2009 Ulrich Hoerni, nieto de Jung, permitió la publicación del mismo. Un evento muy esperado que dejó expertos sin palabras ... El Libro Rojode Jung, la obra de una mente en crisis Esa fuerza espiritual sometió el orgullo y la arrogancia de mi capacidad de discernimiento. Llevó mi fe en la ciencia, me despojó de la satisfacción que la comprensión y ordenación de las cosas me proporcionaba, y dejó morir en mí la devoción por los ideales de nuestro siglo. Me empujó a las cosas más simples, valiosas y elementales. Liber Novus -Carl Jung- Ese es uno de los párrafos del primer capítulo del
Libro Rojo de Carl Jung. Para quien conoce su obra, y aún no ha tenido la oportunidad de leer este trabajo, es importante decir que lo primero que usted va a experimentar es extrañamiento, contradicción y la sensación de tener en las manos un mundo muchas veces salvaje. Es casi como una biblia de lo sagrado y del profano, encuadernada en cuero rojo y habitada por bellos pergaminos de color crema inundados de letras doradas.
Es interesante destacar que en el momento de su publicación
muchos junguianos, como Andrew Samuels, se apresuraron a declarar que Jung no sufría de ningún trastorno mental.
Hay quien se aventure a decir que esa obra no es nada más que el resultado de un brote psicótico que Jung sufrió en sus discrepancias con Freud. No se trata de ello. En realidad, lo que Carl Jung tuvo fue una profunda crisis personal y el inicio de una nueva etapa en su vida que dio inicio a una posterior evolución intelectual. Este manuscrito comenzó a ser escrito en 1914, justo al final de la Primera Guerra Mundial, momento en que ese médico y psiquiatra suizo experimentaba una decepción profunda con la humanidad y un escepticismo casi descarnado en relación al racionalismo científico de su época. La finalidad catártica de 'El
Libro Rojo' El Libro Rojo es, primero, un diario íntimo.
La dificultad que encontramos a la hora de descifrar toda esta trama de símbolos, de códigos mundi y de autoalquimia se debe, por lo tanto, al simple hecho de que nadie puede trillar ni disecar ese cuerpo que constituye la mente ajena, y menos aún si esa mente pertenece a uno de los mejores representantes del universo onírico.
En esas páginas, Jung explora su propia psique, sus relaciones con el inconsciente y toda la arquitectura profunda de la que, naturalmente, era un explorador privilegiado. Utilizó una técnica psiconáutica para dar forma a cada página, lo hizo con imaginación activa a partir de la meditación, permitiendo que las imágenes fluir y dar forma a ilustraciones y descripciones. Así,afloró todo un conjunto de arquetipos que él más tarde desarrollaría.También emergieron sus universos más sombríos, las sombras que no queremos reconocer como propias, sino que también constituyen nuestro ser auténtico.
Un dato curioso y al mismo tiempo maravilloso que ocurrió en la publicación del Libro Rojo en 2009 fue el hecho de que surgieron diversos testimonios de personas que habían sido pacientes de Carl Jung . Y ellos entendieron la finalidad de ese trabajo.
Mientras algunos llevaban la mano a la cabeza delante de todo aquel océano literario habitado por árboles de sabiduría, cerebros reptilianos, dragones devoradores y la serpiente kundalini, otros se acordaron de un consejo que el doctor Jung les daba: "Recomiendo que escriba sus pensamientos, emociones y sensaciones en un libro muy bien encuadernado. Practique la visualización, medite, relájese y entonces su poder será liberado ... Cuando esas cosas estén en su querido libro, usted puede recurrir a él para mirar sus páginas, y será para usted su iglesia - su catedral -, el lugar silencioso de su espíritu donde encontrará renovación. Si alguien dice que eso es mórbido o neurótico y usted le oye, usted perderá su alma, y ese libro será su alma.
Compartir Un sabio consejo de un gran maestro, cuya sombra, en forma de legado intelectual, aún nos deleita y nos asusta.