Hoy soy aquella mujer que no necesita probar nada a nadie

Soy aquella mujer que ya no necesita probar nada a nadie.Hace tiempo que me cansé de agradar, de dar explicaciones a oídos sordos, de mover montañas por quien ni siquiera me cedía su respeto. Soy todo lo que ves: sinceridad, integridad, coraje y dignidad.Estas ideas resumir muy bien lo que conocemos como realización personal. Son pequeños desafíos diarios que tenemos que superar para finalmente librarnos de todas las capas que nos han alejado no sólo de nuestra felicidad, sino también de las oportunidades para alcanzar una conquista específica. Una meta.

Estoy en esta etapa de la vida en que para ofenderme, usted debe ser importante para mí, ya que no doy explicaciones a quien tiene el corazón y los oídos tapados. Soy una mujer sin máscaras y de alma humilde que ya no necesita probar nada a nadie.

CompartirSon muchas las mujeres que luchan todos los días por esa realización personal, muchas veces tan difícil de conseguir.

Hechos como la desigualdad salarial, la discriminación profesional o incluso tener que lidiar con frases como"usted no puede, usted no sabe, usted no debe" de familiares o socios hacen que ellas tengan que enfrentarse a una doble batalla. El exterior y esa más íntima, más profunda y necesaria: la emocional, la psicológica ... La necesidad continua de tener que probar para ser "validada" El amor debe "ser validado" diariamente, no hay dudas, pero

a veces nos nos encontramos con situaciones donde el cariño se convierte casi en una extorsión.

Es obvio que esto puede ocurrir igualmente con ambos géneros, pero es más común que sea la mujer la obligada a probar que es capaz de hacer todo por el compañero, de dejar de lado sus necesidades y deseos para cumplir las expectativas ajenas. Tenemos que ser buenas hijas para nuestros padres, para nuestra familia, aunque ésta haya fallado con nosotros casi todos los días cuando dábamos un paso o proyectamos un sueño. En poco tiempo ellos ponían un punto final con el famoso"eso no es para usted

". Hemos agradado durante mucho tiempo y hasta esbozado sonrisas cuando lo que sentíamos era sólo desesperación. A pesar de todo, siempre llega un día en que, más que abrir los ojos, finalmente encendemos esa luz interna que se conecta directamente con nuestras emociones para decir "basta". Es entonces cuando nos damos cuenta de quela única persona a quien debemos probar algo somos nosotros mismos, no los demás.Porque cuando somos capaces de conectar con nuestras necesidades, el mundo comienza a girar al sonido de otra música más relajante, más hermosa.

Desprender para reencontrarseCuando nos reencontrar con nosotros mismos después de estos tiempos de complejidad personal no seremos más las mismas personas.

Usted ya no será aquella niña con la mirada llena de sueños que escribía sus iniciales en el cielo. Mucho menos será la adolescente que deseaba un amor romántico donde usted daría todo a cambio de nada. También no será esa joven que confunde ser feliz con hacer las otras personas felices.Yo soy todo lo que ves, sin magia ni artificios. Si usted no tiene gusto de mí, es lo que tiene para hoy. No vivo para agradar a los demás. Cuando encuentres a ti misma, percibirá todas las cosas que le sobraban, los artificios, el ruido mental y todas esas relaciones superadas que arrancaban plumas de sus alas. Pero para ser esa mujer que ya no necesita probar a nadie de lo que es capaz, hay que poner en práctica las siguientes dimensiones.Llaves para la realización personal

Algo que todos sabemos es que

no podemos ser "personas completas" manteniéndonos al margen de los demás. Cada uno de nosotros tiene compromisos de carácter social y emocional muy importantes: trabajos, relaciones, familias.

¿Es posible aspirar a esa realización personal con todas esas esferas?La realización personal reside precisamente en la necesidad de que todas nuestras esferas (profesional, afectiva y personal) nos ofrezcan la máxima plenitud y equilibrio.

Necesitamos armonía. Si nos vemos todos los días en la obligación de probar ciertas cosas para ser "validadas" como personas en todos los contextos en que estamos insertas, significa que algo está equivocado.

Cuando ponen nuestras capacidades en el trabajo siempre en duda, o cuando nuestro socio pide, por ejemplo, para quedarnos en casa para probar "cuánto lo amamos" son aspectos que van a acabar dejando nuestra autoestima completamente vulnerable.

Tenemos que entender que antes de probar algo a alguien, tenemos que probarnos a nosotros mismos.No busque la complacencia u otra aprobación en los demás, pues al contrario de lo que usted desea, ellos van a erigirse como jueces y verdugos, como ingenieros de un camino que sólo usted debe construir.La eterna necesidad de probar algo que no somos o de buscar la complacencia ajena nada más es que una forma lenta de tortura que puede no terminar nunca. No permita eso, sea auténtico,

  • sea siempre usted misma y no negocie su integridad a costa de la pérdida de la felicidad.