La teoría de las ventanas rotas nos dice que los daños al ambiente generan la sensación de que la ley no existe. Cuando no hay ley, cada uno puede hacer lo que quiera. Cuando no existen reglas, cualquier comportamiento es aceptable, incluyendo el vandalismo o la destrucción de bienes materiales.
Imagínese que usted está fumando un cigarrillo. Usted termina de fumar. ¿Dónde usted juega la bituca? Si usted está en una calle limpia, sin una sola basura en el suelo, lo más probable es que guarde la bituca y la juegue en la papelera más cercana. Por otro lado, si la calle está llena de bitucas, ni siquiera hará el esfuerzo de acercarse a la basura y arrojará la velocidad en el suelo. Esto es lo que nos dicen los estudios.
La teoría de las ventanas quebradas afirma que el daño al ambiente genera la sensación de que la ley no existe.Compartir
Las ventanas rotas de un coche
El profesor Philip Zimbabue, autor de uno de los experimentos más conocidos en psicología social, el experimento de la prisión de Stanford, realizó otro experimento igualmente valioso, pero menos conocido. El experimento consistía en dejar dos coches abandonados en la calle.La única diferencia era que un coche estaba situado en un barrio conflictivo, en un área pobre de la ciudad, y el otro coche en una calle de un barrio rico.
Si una comunidad muestra signos de deterioro y esto parece no importar a nadie, entonces allí ocurrirá el delito.Compartir
¿Qué pasó con los coches? Lo esperado. El coche situado en el barrio conflictivo fue vandalizado en pocas horas, mientras el otro coche permaneció intacto. La conclusión más lógica fue pensar que la pobreza y la marginación eran la causa del delito. Pero no. El profesor Zimbabue, desconfiando de lo obvio, continuó investigando.
El siguiente paso que tomó fue cambiar la situación del coche. Para eso, las ventanas del coche situado en el barrio rico se rompieron.¿Qué pasó? Exactamente lo mismo que había ocurrido con el coche que dejaron en el barrio periférico. En pocas horas ambos coches presentaban el mismo nivel de destrucción.
¿Cuál fue la conclusión? Los resultados mostraron que estaban ante la teoría de las ventanas rotas. La marginalidad no era la única causa del vandalismo, el ambiente también desempeñaba un papel importante. El cristal roto del coche transmitía una idea de deterioro, desinterés y despreocupación, la cual creaba la ilusión de que no existían leyes, normas o reglas. El cristal roto, así como el estado del barrio marginal, transmitía la sensación de que vale todo. Las ventanas quebradas del metro Tomando como punto de partida la teoría de las ventanas rotas, se decidió acabar con uno de los lugares más peligrosos de Nueva York: el metro. Todas las fallas se han corregido. La suciedad fue limpiada y los grafitos desaparecieron. Comenzaron a controlar los pequeños robos e hicieron que todas las personas que usaban el metro pagasen.
El resultado fue que el metro se convirtió en un lugar seguro.
Si permitimos actitudes violentas como algo normal en el desarrollo de los niños, el patrón de desarrollo será de mayor violencia cuando se conviertan en adultos. Compartir
Debido a este éxito,la ciudad de Nueva York adoptó una política de "tolerancia cero". Para ello, se prohibieron todas las transgresiones de la ley y se instauraron reglas de convivencia. También se promovió la limpieza y el orden en las comunidades. De nuevo, el resultado fue positivo y el índice de criminalidad se redujo.
La teoría de las ventanas rotas en la casa Como se ha visto,si un vidrio se rompe y nadie lo repara, podemos adivinar el destino de los otros vidrios.
Si un barrio empieza a mostrar signos de deterioro, el siguiente paso será la delincuencia o el vandalismo. El ambiente nos influye. Tener un ambiente limpio, sin fallas, puede contribuir a una mejor convivencia. Además, la teoría de los cristales rotos se aplica a todos los ambientes. Si el fregadero se queda unos días lleno de platos sin lavar ...
Si se comete pequeños errores (aparcar en un lugar prohibido, exceso de velocidad, o no respetar la señal roja), y los mismos no son castigados, entonces comenzarán a surgir errores mayores y, a continuación, delitos cada vez más graves. Compartir Los pequeños errores pueden dar lugar a transgresiones de la ley.
Permitir un robo pequeño puede llevar a robos más grandes, como es el caso de la corrupción. Establecer reglas claras, dejando claro cuáles son las excepciones, puede ser una solución, siempre que no llegue demasiado tarde.