Suele ser más frágil quien menos aparenta. El que viste armaduras macizas y esboza sonrisas de un coraje y valentía admirables normalmente esconde un corazón de vidrio, que refleja y llora amarguras secretas. Abismos de tristeza profunda que no pudo resolver.
La persona secretamente frágil también es a menudo increíblemente pasible. A veces, un pequeño acto de gratitud o bondad la llena de felicidad. Sin embargo, el menor error o decepción vivida hace que esas personas entre en desesperación.Hablamos de esa "hipersensibilidad" con la que la persona frágil tanto choca en su día a día."Si nos pegan
,no sangramos ?Si nos hacen cosquillas, no se ríe? "Si nos envenenan, no morimos?" - "El Mercader de Venecia", William Shakespeare- Todos conocemos a personas que, aparentemente, soportan todos los fardos que la vida pone sobre sus espaldas, pero no se equivoca: porque ellas usan máscaras del color del falso valor. E incluso visten armaduras de héroes de otros tiempos. Sin embargo, basta con colocar un poco sus armaduras para ver que están llenas de óxido por sus sufrimientos internos.
Por las lágrimas derramadas a escondidas.Toda persona frágil esconde la sensibilidad de las criaturas que, aunque sabias, tienen una alta necesidad de estima.Su piel es muy fina y reaccionará instantáneamente con cualquier cambio. Cualquier censura o interpretación errónea de un contexto se sentirá como una amenaza.
Proponemos que profundice con nosotros la compleja cuestión de la fragilidad humana.La persona frágil y la vulnerabilidad emocional
En primer lugar, vamos a definir lo que entendemos por fragilidad emocional.
Ser frágil no significa en absoluto ser débil.
Significa, por encima de todo, ver y entender la realidad desde una perspectiva más íntima, desde el propio corazón. Sin embargo, esto implica, a su vez, un inverso complejo: el de la vulnerabilidad emocional.Para proteger este delicado interior, las personas suelen blindarse con diferentes tipos de armaduras.Hay quien demuestre una personalidad fuerte y enérgica, marcando límites. Son personas que, a veces, parecen estar en guerra con el mundo. Sin embargo, y tenemos que llevar esto en cuenta, quien está siempre alerta acaba agotado por tanto desgaste psicológico y emocional.
Porque quien entiende la vida como una autodefensa continua sólo acumulará sufrimientos.El corazón frágil que ha sido muy herido se vuelve desconfiado.
Poco a poco desarrolla una personalidad pasible que interpreta cualquier acto como una ofensa. Una conversación se convierte en una batalla. Una frase dicha con un tono dado se siente como una queja. Así como decía Leonardo da Vinci,
"donde hay más sensibilidad hay más martirio". Sin embargo, todos podemos canalizar esta fragilidad de forma creativa, sana y poderosa para delimitar tal sufrimiento.Hacer de nuestra fragilidad nuestro punto fuerte Siempre ha sido así, y así es como usted ha intentado sobrevivir hasta el momento. Cuando era niño, creó un mundo de fantasía a su medida porque no le gustaba lo que veía. En la adolescencia, usted llegó a la conclusión de que nadie lo entendería y entonces sintió miedo.
En la edad adulta usted siente que nadie le ama como usted se merece, y al miedo, se ha sumado también la cólera.
"Sea comprensivo, pues cada persona que usted encuentra en su camino está luchando una dura batalla."
-Platón-Usted ha ido añadiendo "cáscaras de cebolla" a su interior, desconectándose por completo de la única fuerza capaz de le dar lo que usted necesita: su autoestima. Entienda que la vida no es un campo de batalla del que usted debe defenderse a todos los momentos.
Crecer, madurar y avanzar significa reencontrarnos con nosotros mismos para dejar de ver enemigos donde no hay. Aprender a sobrevivir en un mundo de alfileres
Las personas rechazan la fragilidad de forma casi instintiva. Para nosotros, percibimos cómo más sensibles significa una amenaza y, por lo tanto, elegimos protegernos. Sin embargo, el verdadero problema surge después de alguna mala experiencia. Al temor de ser herido de nuevo se suma la rabia e incluso la búsqueda continua de culpables.Para evitar estos estados,
tenemos que ser capaces de atenuar la hipersensibilidad.
Si usted se da cuenta de que todo a su alrededor está rodeado de alfileres, su piel fina y su corazón sensible explotar al menor tono.
- Ponga calma en su mente, pues a veces su peor enemigo es usted mismo.Deje que a partir de hoy el equilibrio habite su palacio mental. No enfocar tanto su existencia en lo que otros hacen o dicen para validarse a sí mismos. La única persona para la cual usted debe ser válido es usted mismo.Esta visión exageradamente subjetiva de todo lo que le rodea hace que usted derive en los pensamientos obsesivos. Recuerde que
- la gente no le amará por lo que usted es, sino por lo que usted las hace sentir. Si te quedas siempre a la defensiva, viendo alfileres en todo lado, lo único que vas a conseguir es que la gente lo evita. No caiga en estos círculos viciosos.
- Las personas sensibles encuentran canales de expresión adecuados en dimensiones como el arte, la pintura, la música ... Busquen ese medio donde usted pueda canalizar su sensibilidad, eso servirá como un verdadero alivio.Por último, recuerde que ser sensible es una gran virtud, pero ser hipersensible es un defecto. Aunque usted es un poco más frágil y emocional que el resto de la gente, no lo haga una maldición. Porqueser frágil no es ser débil, es tener una percepción interna más intensa sobre lo que le rodea.
- Cuide su autoestima y aproveche esta capacidad.