Muchas personas se concentran en adquirir conocimientos y en desarrollar habilidades para aumentar su valor como personas. Pero para las personas, no somos un conjunto de conocimientos y habilidades. Nuestro valor no está determinado por un cargo o un currículo. Nuestro valor para los demás es, en realidad, determinado por lo que ven en nosotros, lo que emitimos, las sensaciones que transmitimos. Es nuestra actitud que hace la diferencia. Es lo que Victor Küppers llama "efecto de lámpara".Con la metáfora del efecto lámpara, Victor Küppers elabora su hipótesis sobre cuál es la clave del éxito y por qué proyectamos una imagen y no otra.
Así, Küppers defiende el poder de la psicología positiva para introducir cambios en nuestras vidas. El "efecto de la lámpara"
Victor Küppers explica que las personas son como lámparas, porque todos transmitimos sensaciones y captamos las sensaciones transmitidas por las demás personas. Sin embargo, aunque todos transmitimos, no todos transmitimos la misma cosa.
De la misma forma que no todas las lámparas brillan con la misma intensidad ni con el mismo tipo de luz, no todas las personas transmiten el mismo tipo de sensaciones. Así, mientras algunas proyectan un haz poderoso, otras no llegan a iluminar con intensidad suficiente o están quemadas.
¿Dónde estaría la diferencia en el valor que proyectamos para los demás? La diferencia está en la actitud. La fórmula del Küppers para demostrar esto es muy simple "V = (C + H) x A", donde "V" es el valor, "C" los conocimientos, "H" las habilidades y "A" la actitud. La importancia de la actitud
Victor Küppers no desprecia la contribución de los conocimientos y de las habilidades para el valor de las personas. Para él, estos factores se suman. Pero la clave para que conocimiento y habilidades se reflejan en el valor proyectado es la acción multiplicadora de la actitud. La diferencia entre lo grande y lo mediocre está en la actitud
, dice Victor Küppers. No somos grandes por nuestros estudios, nuestras habilidades o nuestras conquistas profesionales. Lo que nos hace grandes es nuestra manera de ser. Eso es lo que cuenta. Lo que hace la diferencia.
Pero, ¿qué pasa cuando la vida se vuelve complicada? ¿Qué pasa cuando se distorsionan los planes, cuando las cosas no salen como esperábamos? ¿Cómo enfrentar los cambios inesperados que derriban todo? Cuando las cosas van mal, tenemos dos opciones: renunciar o luchar.
"No es lo que te sucede, es lo que haces con lo que te sucede."-Aldous Huxley-
Reacciona: tienes la opción de vivir con entusiasmo, a pesar de todo Cuando las cosas salen mal, se aferran al desánimo, a la resignación ya la apatía. Perdí la esperanza, la alegría y el entusiasmo. Renunciar. Pero hay otra opción.
La psicología positiva ofrece una salida
a medida que estudia lo que podemos hacer para elevar nuestro ánimo cuando tenemos una decepción después del otro.
Lo normal es vivir con esperanza y alegría. La ausencia de estos dos ingredientes es la primera razón que debería hacernos reaccionar.
Y si lo normal es vivir feliz, es porque merecemos ser felices. La buena noticia es que la actitud puede ser trabajada, pues no depende de otra persona. Es por eso que podemos cambiar esta situación. Somos responsables de nuestra propia actitud. En realidad, es una de las pocas cosas que realmente sólo depende de nosotros. "No hay nada como estar feliz por la vida, mantener el ánimo en momentos malos." -Victor Küppers-
Cuando lo importante es lo más importante Todo el mundo tiene el derecho de vivir sus propios dramas, pero una cosa es vivir uno el drama y otro muy diferente es tener problemas. En este sentido,
Victor Küppers diferencia entre dramas y circunstancias a resolver.
El enfoque de Küppers es claro: hay pocas pérdidas que realmente pueden justificar la pérdida de nuestra felicidad. En ese punto, él enfatiza la importancia de ser agradecidos. El momento en que la inercia del negativo gana poder es cuando más necesitamos ese ejercicio de reflexión, para que nuestro campo visual no quede reducido a lo que no salió como esperábamos, como queríamos.
"El más importante en la vida es que lo más importante sea el más importante."
-Stephen Covey-