Andar por el camino del desapego

"Cuanto más apego usted caer por el camino, más cerca usted estará de encontrarse a sí mismo"

Walter Riso

La sociedad de consumo fue transformando todo aquello considerado como accesorio en algo necesario y, ese último, en urgente y escaso. Se venden al público tanto productos como ideas y formas de vivir.

El sentimiento de apego

Podemos sentir apego por personas, animales u objetos personales dotados de algún valor sentimental, pero el apego no es sólo eso. Apego también puede referirse a la acogida de nuestras propias creencias o maneras particulares de hacer las cosas, generando un mal estar cuando somos contrariados. Así, nuestro apego nos limita, causando a menudo situaciones de sufrimiento y transformando nuestra manera de ver el mundo.El apego se basa en nuestro miedo y la inseguridad y, esta última, en la falta de conocimiento de nuestro propio yo. Por lo tanto, el apego sería un estado emocional de vínculo, en algunos casos, compulsivo a determinada cosa, persona, o pensamiento específico que genera, a veces, la persistente creencia de que es imposible vivir o ser feliz sin eso.

Pero la felicidad no es lo que nos rodea, o lo que podemos atrapar. La felicidad crece de dentro hacia fuera, escondida, muchas veces, detrás de los pensamientos de nuestra mente.

¿Y en qué consiste el desapego? El desapego nos permite la relación con todo, pero sin causar dolor y sufrimiento. Consiste en el desprendimiento de nuestro interés por el resultado, sin renunciar a la intención ni el deseo, sumergiéndonos en lo desconocido, entrando en el campo de todas las posibilidades.

El desapego implica vivir en el presente, en el aquí y en el ahora, aceptando la realidad y los hechos de la manera como ellos suceden.

Está relacionado con el disfrute de las cosas, sabiendo que son transitorias, que no permanecen ni son estáticas.Todo a nuestro alrededor se va modificando, incluso nuestra forma de ser, dependiendo de las experiencias que vamos viviendo.

Practicar el desapego no quiere decir que dejamos de importarnos, sino que aprendemos a amar, a preocuparnos ya involucrarnos sin generar un profundo caos interno, olvidando la necesidad de poseer algo para ser feliz. Practicar el desapego es el camino hacia nuestra libertad, permitiendo también que los demás sean libres.Es liberarse de la rigidez, abriendo el camino hacia la flexibilidad y las posibilidades.

Desapegarse es comenzar a descubrir a sí mismo, sin el obstáculo de la seguridad y la certeza.

El desapego implica comprender que las pérdidas ocurrirá y serán inevitables. Que soltaremos la mano de quien amamos, pero sin dejar de amarlo. Créditos de la imagen: ARJOON