Hacemos muchas cosas al mismo tiempo

¿Cuáles son las consecuencias de hacer varias cosas al mismo tiempo?

Vivimos en un mundo donde todo cambia rápidamente. El transporte y las comunicaciones permiten que las personas estén mucho más cerca en el menor tiempo posible.

Estamos cada vez más acostumbrados a una vida llena de pantallas, mensajes, sonidos y conversaciones simultáneas. Mientras las distancias se vuelven más cortas, nos sobrecargamos de tareas y cosas para hacer. ¿Qué sucede cuando hacemos muchas cosas al mismo tiempo?

Dejando de lado las diferencias de género,

tratar de hacer muchas cosas al mismo tiempo nos hace menos productivos de lo que podríamos ser. Si la persona se centra en una sola tarea hasta que esté completa será mucho más eficiente y productiva. En realidad, nuestra sociedad es cada vez más inmediatista, necesitamos respuestas rápidas y concisas. Y en ese "mar de información" necesitamos seleccionar las tareas más importantes y concentrar nuestra atención en ellas.

Nuestro cerebro, ese órgano maravilloso, tiene sus limitaciones. Cuando trabaja con una gran cantidad de información, entra en colapso y cometemos muchos errores.El resultado es que al final del día, tenemos la sensación de no haber hecho nada y aún así estamos muy cansados.

Es mejor el poco bien hecho que muy mal hecho

Para evitar que quedemos como una vela a la merced del viento, es mejor planificar el día, establecer metas realistas y que no sean muy difíciles de realizar. Por eso,

es bueno tener una agenda

para marcar y consultar todas las tareas del día. Es aconsejable

catalogar sus actividades en diferentes categorías . Un ejemplo de organización podría ser:Trabajo: tareas realistas que se deben cumplir en el trabajo.

Social: compromisos, mensajes para la familia y amigos, actualización de los perfiles sociales. Ocio: deporte, danza, música, meditación ...Así, si especificamos nuestras tareas, podremos organizarnos y mejorar el rendimiento en cada una de ellas.

  • Si queremos hacer todo, no haremos nada
  • No podemos hacer todo, es una realidad que necesitamos aceptar.
  • Muchas veces ponemos muchas metas para un solo día

y no conseguimos cumplirlas. Y entonces quedamos decepcionados:

"No logré", "Cuánto tiempo perdido", "Yo no soy capaz de cumplir mis compromisos".

Es mejor escoger pocas tareas y hacerlas bien, aprender a decir no para aquellas tareas y compromisos que sabemos que no conseguiremos cumplir. Cuando es un compromiso que se puede realizar en otro momento no hay problema; podemos dar una explicación sincera y ofrecer una alternativa más realista.Concentrarse en cada paso

Para alcanzar su objetivo, aproveche cada paso , cada pequeño gesto, sin pensar mucho en el resultado futuro; esta es la clave para el éxito. Es claro que necesitamos mantener la ilusión, pero en muchas ocasiones anticipamos fracasos futuros que en vez de ayudarnos nos paralizan, y dejamos de intentarlo.

El resultado es quedejamos las tareas a la mitad, muchas cuestiones para resolver.

Nos sentimos ansiosos y tenemos la sensación de que algo quedó pendiente.

Y cuando las cosas se acumulan, tenemos pensamientos del tipo

"yo debería haber hecho"; nos sentimos ineficientes y tardamos más tiempo en completar las tareas.

Recuperar el silencio perdido

En este mundo lleno de estímulos parece que nos olvidamos del silencio. El silencio es una gran oportunidad de ser libres. Autos, alarmas, anuncios y avisos inundan nuestra vida diaria de estímulos y nuestra mente cambia el foco en pocos segundos para atender tanta información.

El silencio no trae tranquilidad sólo para nuestros oídos, pero nos aleja de las imágenes y de los olores de la ciudad. El silencio nos aleja de todo tipo de estimulación, excepto de la nuestra.Necesitamos el equivalente a los bosques protegidos y los humedales para cuidar de nuestro ecosistema mental. Por lo tanto,

concretice, organice y practique el silencio para sacar el máximo rendimiento de lo que realiza

. En lugar de tener muchas cosas para hacer cada día, elija las que puede realizar.