Un gran número de personas, especialmente aquellas que pertenecen a lo que conocemos como sociedades del Primer Mundo, están preocupadas por encima de todo en mejorar su calidad de vida. Es lo más importante para ellas. Sin embargo, "usted primero tiene que aprender las reglas del juego, y luego jugar mejor que nadie", como decía Albert Einstein. Por eso, es bueno saber que la calidad de vida siempre debería ser la prioridad para todas las personas. Si falta dinero, usted quiere tener más. Si usted tiene un gran sueldo, puede que le parezca poco. Si usted tiene una vida social agitada, puede llegar a aburrirse. Si sueña, usted quiere realidad. Si, si y si ... son muchos "ses" en nuestro mundo. Estamos condicionados para desear constantemente un nivel de vida superior al que tenemos.
Usted realmente cree que tener un nivel de vida más alto le hará más feliz?
¿Crees que ganar más dinero y poseer un determinado status social te permitirá conseguir la existencia que siempre soñó? Antes de contestar, tenga la mente abierta para leer estas consideraciones. ¿Qué es el nivel de vida y la calidad de vida?
En una de mis investigaciones por internet, tropecé con un grupo de analistas llamado
"El Orden Mundial del Siglo XXI". Ellos se encargan de estudiar la realidad social, humana y geográfica de nuestro mundo. En uno de sus artículos relacionados con el nivel de vida, definen el concepto como la posibilidad de que un sujeto obtenga más y mejores bienes
, así como servicios de mayor calidad y en cantidad superior. Es decir, relacionan directamente la renta y la capacidad adquisitiva. Cuanto más gana, más puede consumir. En ese mismo camino, definen la calidad de vida como la contribución al mundo de los elementos que una persona realiza que favorecen el bienestar social. Es decir, todo lo que trae felicidad, tranquilidad y satisfacción, tanto a nivel personal y colectivo, entra dentro de ese concepto. Puede ser una renta alta, un viaje con diferentes precios o una simple conversación agradable regada a sonrisas.Calidad de vida vs. Nivel de vida
La parte que parece más real sobre el análisis de los autores del "Orden Mundial del Siglo XXI" es un interesante comparativo entre diferentes partes del mundo. En él se comparan el nivel de vida y la calidad de vida entre varias ciudades.Por un lado, encontramos Calcuta o Dacca, ciudades de la India y de Bangladesh que todos los días tienen más influencia a nivel mundial en el mundo globalizado
. Por eso, el nivel de vida de sus habitantes aumenta cada año de forma exponencial, pues el desarrollo es veloz e impresionante.
Cerca de allí está Thimbu, un pueblo a pocos kilómetros del corazón económico de la India. Esta es la capital de Bhután, un pequeño país alejado de la revolución de la enorme globalización, de los mercados financieros y de las demás preocupaciones económicas. Mientras las ciudades de la India viven en un ambiente cada vez más industrial y contaminado, pero con un mayor nivel de vida, los habitantes de Bután viven en un medio natural, entre ríos, trabajando principalmente en la agricultura y con una renta per cápita 1.300 dólares.
¿Quién tiene más calidad de vida? Ahora llega la gran pregunta. ¿Quién crees que tiene más calidad de vida?Un habitante de Bután vive tranquilo, trabajando en medio de un valle natural, sin mucho estrés. Él no necesita buscar más de lo que tiene. Y más, incluso un rey del país promulgó hace algunos años el FIB, sigla de la Felicidad Interna Bruta. Este estudio
cuestiona el bienestar psicológico, el uso del tiempo, la cultura, la salud, la educación, la vitalidad de la comunidad o satisfacción con el gobierno, entre otros factores.Mientras tanto, países como Brasil, India y China, en constante y veloz desarrollo, e incluso naciones europeas como España, Alemania o Francia, ya desarrolladas, sufren con niveles de estrés preocupantes.
Todas las grandes naciones del mundo, tanto desarrolladas como en desarrollo, obtienen según los estudios un nivel de vida elevado o en constante crecimiento. Pero, a costa de qué? Y ahora llega el momento en que usted debe preguntarse a sí mismo. ¿Usted prefiere tener un nivel de vida más alto o una calidad de vida mayor?