Todos los días sentimos necesidades que nos producen ansiedad, incomodidad y que nos hacen sentir como niños. Sentimos vacíos en el alma cuando dejamos de ser importantes, cuando no nos dan la razón, o cuando nos sentimos víctimas de lo que sucede en nuestra vida.
Vamos a analizar cada una de esas necesidades, que según el psicólogo y escritor Bernabé Tierno, son la causa de los vacíos en nuestra alma, y pueden llevarnos a producir ansiedad y estrés si no se controlan adecuadamente.
Las necesidades que causan vacíos
La necesidad de ser importante a cualquier precio
La necesidad de ser importante es el resultado de la falta de autoestima.Nace un deseo irreprimible de ser importante para compensar los vacíos que sentimos en el alma, cuando en realidad lo que pasa es que nosotros no nos amamos lo suficiente.
Quien siente esa necesidad intentará ser apreciado por todo el mundo y no dudará en mentir para alcanzarlo.Una persona que necesita ser importante adornará su vida para que todos la adoren, y para alcanzar su minuto de gloria. Sin embargo, un deseo moderado de ser tomado en cuenta es normal y sano, el problema ocurre cuando ese deseo se vuelve incontrolable.La necesidad de siempre tener la razón
Es el deseo de que todos siempre concuerden con lo que decimos o pensamos. Las personas que sufren esta necesidad discuten fervorosamente cuando alguien no les da razón, porque si no tienen la razón o no la damos, se sienten desnudos y desprotegidos. La necesidad de amar y ser amado
No hay dudas de la necesidad del amor como la fuerza de la vida, como un sentimiento espontáneo y puro que surge sin que percibimos. El componente emocional del amor hace que éste pueda surgir o desaparecer aun sin ser conscientes de ello.
No tiene sentido que alguien prohíba el amor o exija ser amado, porque
el amor no es controlado, él apenas surge. Una persona que siente la necesidad de amar y ser amada es, generalmente, una persona que no ama a sí misma. La necesidad de descargar la rabiaLa rabia y la indignación en determinadas situaciones son humanas. Todos nos hemos molestado alguna vez en nuestra vida, o sentimos una indignación por alguna injusticia. Pero la rabia no se justifica cuando la usamos para encubrir nuestros errores o delitos.
En este caso, la indignación o rabia ya no tiene un propósito noble, pero sólo sirven para alimentar nuestro ego.
La necesidad de preocuparse por todo Hay personas muy negativas, que ven sólo el mal, parecen apenas ver las desgracias y nunca son capaces de decir algo positivo.Son personas que esparcen la preocupación y todavía argumentan que nunca nos preocupamos lo suficiente.
No es posible argumentar con una persona que piensa así, pues es lo mismo que estar hablando con una pared, y usted todavía puede acabar contagiándose con su negatividad.
La necesidad de culpar a los demás Los niños, cuando cometen un error, a veces intentan culpar a otro niño, pero tal comportamiento debe ser evitado, al elogiar el coraje y la honestidad de quien dice la verdad, a pesar de las consecuencias. Es importante aprender que, aunque el comportamiento había sido mal,es noble reconocer el error y arrepentirse.
La necesidad de sentirse superior a los demás
El amor por nosotros mismos es sano y normal, debe madurar con la edad, y será acompañado por la empatía y la preocupación por los demás. Pero cuando ese amor es desmedido, nos convertimos en seres egoístas y orgullosos, que sólo buscamos la propia satisfacción. La necesidad de sentirse víctima y buscar compasión
Las verdaderas víctimas se sienten indignadas con un agresor de hecho, con nombres y apellidos, y nunca quieren estar en el centro de las atenciones, al contrario, sienten vergüenza y miedo por la situación. Pero hay personas que nunca han sufrido malos tratos y desempeñan el papel de víctimas
, para convertirse en el centro de atención. La necesidad de que los demás asuman la responsabilidad Hay personas activas, que trabajan, asumen la responsabilidad y alcanzan metas; y hay personas pasivas que no saben o no contesta, no están ahí para nadie, y no quieren asumir ninguna responsabilidad. Esto es debido al miedo que esas personas pasivas tienen que mostrarse tal como son, porque en realidad se sienten inferiores.
La necesidad de encontrar defectos
Las personas que buscan incansablemente los defectos de los demás, que no cesan en buscarlos y arrojarlos en la cara, paradójicamente, no soportan una única crítica. El hipercrítico es incapaz de asumir sus fallas y por eso se dedica a criticar a los demás, en lugar de criticarse a sí mismo.
La necesidad de tener cosas
La necesidad de tener muchas cosas, de comprar cosas que no necesitamos, es producida por nuestro deseo de cubrir nuestra alma vacía con todos estos bienes materiales.
Paradoxalmente, cuanto mayor sea la necesidad de acumular cosas, mayor es nuestro vacío. En este caso, es necesario ser conscientes de nuestros errores, y debemos buscar las riquezas en nuestro intelecto, en nuestro espíritu y en nuestros sentimientos. "Los espíritus desenfrenados inútilmente aspiran a alcanzar la más alta perfección".
-Johann Wofgang Goethe-CompartirLa necesidad de que todo sea perfecto y maravilloso
Esta necesidad es, quizás, la más peligrosa de todas, porque genera directamente ansiedad, estrés, baja autoestima ... Un perfeccionista busca incansablemente el éxito y nada parece ser suficiente.
La insatisfacción produce estrés y agotamiento.Para evitar este comportamiento es esencial ser conscientes de lo que somos, y evaluar nuestros defectos y nuestras virtudes.