Suicidio infantil: el caso de Samantha Kubersky

Los niños representan la parte más vulnerable de la sociedad. Su honestidad e ingenuidad les convierte en presas fáciles para cualquier tipo de burla o mentira. Por otro lado, muchas veces son ellos mismos los que se hacen de carrascos de los demás sin percibir el daño que realmente causan. Por esa razón, hablar de suicidio infantil sigue siendo un tema complicado:tiene muchos matices y el peligro de resbalar en alguna de ellas es grande. La muerte es un acontecimiento que, para los niños, es difícil de comprender. Ante el fallecimiento de un ser querido, muchos de ellos siguen preguntando por la persona, otros los siguen incluidos en su presente y otros se conforman con el "fue a otro lugar". El caso es que las explicaciones que un solo niño recibe pueden ser varias, muy diferentes y no siempre ciertas.Dicho esto, asumir que los menores puedan pensar en el suicidio es algo que escapa a nuestro entendimiento. En la etapa adulta es común que ante ciertas circunstancias se pueda llegar a fantasear con esa idea, sin finalizarla. Por otra parte, una persona madura es consciente de que morir es algo que no tiene vuelta, pero un niño puede no tenerlo tan claro.

El suicidio infantil sigue siendo un tema con muchas preguntas sin respuesta.El suicidio infantil: el caso de Samantha KuberskyEl 2 de diciembre de 2009

la madre de Samantha Kubersky encontró el cuerpo sin vida de su hija de 6 años.Había enroscado un cinturón alrededor del cuello para después saltar de la cima de una cuna. A pesar de los intentos de familiares y médicos, no fue posible hacer nada por su vida. Horas antes la niña había discutido con su madre. Tanto ésta como otra de sus hermanas se encontraban en diferentes habitaciones cuando la tragedia se produjo. De acuerdo con la policía,

no existían indicios que llevar a pensar que la familia había tenido algo que ver.

Parecía increíble que una niña tan pequeña pudiera haber tomado la decisión de hacer algo así.Se especuló mucho sobre si este suicidio infantil podría haber sido tratado como un accidente,

teoría que no se casaba con las pruebas que la policía encontró. Las preguntas a partir de ahí fueron muchas: ¿se trataba de una broma que había salido mal o simplemente fue su forma de huir del aburrimiento provocado por la discusión previa? ¿Su comportamiento intentaba lastimar a su madre o fue su propio sentimiento de culpa que afloró? "Si cambiamos la forma en que vemos las cosas, las cosas cambiarán."- Wayne Dyer -

Karl Menninger y los componentes del comportamiento suicida El suicidio puede ser estudiado desde un punto de vista sociológico o psicológico. En el caso de Samantha, el factor psicológico tiene un papel fundamental. Una de las teorías que mejor se ajustan a este caso es la propuesta por el psiquiatra norteamericano Karl Menninger. De acuerdo con sus diferentes estudios en la materia, llegó a la conclusión de que el suicidio podría ser concebido como un homicidio invertido. La ira y el odio del paciente por otra persona podrían ser los causantes de su propia muerte. Él encontró tres componentes de hostilidad: el deseo de matar, el deseo de ser muerto y el deseo de morir. Por otro lado, es tremendamente extraño encontrar un caso de suicidio infantil tan precoz.Los niños menores de 10 años no suelen concebir ideas suicidas al menos que existan ciertos factores de riesgo.Por eso, los principales sujetos a ser investigados por la policía fueron los del círculo más cercano a Samantha, su familia directa.

A pesar de lo que pareciera, no se encontró ninguna evidencia de que la niña había sufrido algún tipo de abuso.
Las personas que la conocían destacaban su personalidad alegre y cariñosa, lo que hace aún más incomprensible que ella haya acabado con su vida. Por eso, ¿Samantha era realmente consciente de lo que estaba a punto de hacer? De acuerdo con el psiquiatra Kirk Wolf, probablemente no.

"

Hasta los 9 o 10 años un niño no comienza a entender el verdadero significado de la muerte. A esta edad descubren que se trata de un punto sin retorno. "CompartirEsta afirmación se encuentra firmemente apoyada por la opinión de los agentes encargados del caso. En el principio negaron que un niño de 6 años se hubiera suicidado. Incluso después de que los expertos forenses dictar que se trataba de un suicidio, la idea de que Samantha no entendía lo que estaba a punto de suceder sigue vigente.

¿Debemos hablar con un niño sobre el suicidio?

Esto nos lleva a la pregunta: ¿es o no recomendable hablar con los niños sobre el suicidio?Es necesario que la muerte, en general, no sea vista como un tema tabú para ellos.Es un asunto muy difícil y complicado, pero es necesario tratarlo con respeto y empatía.

Hablar con ellos sobre algo que tarde o temprano tendrán que enfrentarse es muy beneficioso. Morir es un proceso inevitable, que llegará algún día.Todos tenemos que soportar cosas muy duras a lo largo de la vida, por eso tenemos que dejar bien claro que siempre existe una salida alternativa al suicidio, aunque en un determinado momento no seamos capaces de verla. De esta forma, pasándoles el mensaje de que es un tema como otros, que pueden tener voz, aprender a expresar sus sentimientos al respecto, tanto si vivieron el suicidio de un familiar, como si no.

Compartir sus miedos y problemas puede evitar decisiones trágicas y extremas tanto en el presente y en el futuro.Bibliografía recomendadaRodríguez Pulido, F; Glez. de Rivera y Revuelta, J.L, Gracia Marco, R y Montes de Oca Hernández, D. (1990).

El suicidio y sus interpretaciones teóricas. Psiquis, nº11, pg.374-380

Menninger, Karl A. (1958).

Theory of Psychoanalytic Technique,Nueva York, United States: Basic Books