El tiempo vivido con un ex debe contribuir como experiencia para ayudar en nuestro auto-conocimiento, en saber lo que tenemos en el momento y lo que tenemos que hacer en el futuro; debemos aprender con nuestros propios errores, y con los del otro también. Todo esto nos ayudará a encontrar el verdadero amor, que, según dicen por ahí, existe.
El problema aparece, o mejor dicho, se manifiesta, cuando las conexiones son muy fuertes y los lazos todavía están latentes. La marca dejada por un ex puede ser positiva o negativa, todo depende de la intensidad de la relación, no de la suma de los días en un calendario. Hay muchas parejas que estuvieron juntos por un año y vivieron más que las parejas que pasaron diez años juntos. Por otro lado, los proyectos en conjunto y las expectativas depositadas en la otra persona pueden ser los responsables de cómo nos sentiremos en una nueva relación, o con nosotros mismos.
Esto significa que si confiamos mucho y somos traicionados, es probable que sea difícil volver a poner la mano en el fuego por alguien, al menos por un tiempoEl ex, una presencia amenazadoraAlgunos de nuestros ex novios siguen presentes incluso después de mucho tiempo, sea física o emocionalmente. Otros se pierden sin dejar rastros en la mente consciente, y hay también los que vuelven, por sorpresa, por medio de algún recuerdo, por pasar en un lugar que ustedes siempre iban, por un nombre, etc. Por más que una relación haya terminado bien,
ex novios (as) dejan marcas, algunas veces más profundas, otras más superficiales, pero sin dudas, marcas.
Además, nos permiten ver algunos aspectos importantes de nosotros mismos. Incluso si usted ha tenido 20 relaciones,todos están conectados de alguna manera a usted.
Es que en la búsqueda del amor, hay un denominador común que no habla del otro, sino de usted mismo. Es decir, sus necesidades inconscientes, sus traumas, sus expectativas, etc. Estas son las palabras de la Dra. Patricia Sepúlveda Sanhueza, psicóloga y terapeuta de parejas. Podemos incluso pensar que los ex son lo opuesto de nosotros mismos, pero no es así. Una relación nos da la oportunidad de aprender más sobre nosotros mismos, sobre la sexualidad, sobre cómo lidiamos con las personas, cómo podemos ofrecer lo que tenemos al prójimo, etc. Pero, entonces, ¿por qué algunas relaciones son más importantes que otras? La especialista responde que esto se debe a las expectativas que fueron depositadas, o sea, cuánto más proyectos existían con la persona, mayor es la herida.
Por su parte, los ex novios son diferentes de los ex maridos, ya que el compromiso afectivo es mayor.En ese tipo de relación, fueron más momentos compartidos y más objetivos que no se cumplieron.Un citas es un entrenamiento, y el matrimonio es un lugar importante de la existencia de los seres humanos. La marca es aún mayor si la pareja tiene hijos.
Ser feliz, un acuerdo inconsciente La Dra. Sepúlveda explica que el hecho de escoger y establecer un vínculo afectivo con una persona para ser feliz implica un cierto nivel de madurez y de auto conocimiento.
Pueden haber pasado sólo dos meses de enamorarse, pero si esa persona fue la responsable de la felicidad de la otra, de forma completa, el término traerá un vacío muy grande.La formación y la combinación de las parejas ocurre de forma inconsciente. Un ejemplo claro es el de la mujer apasionada y del hombre de éxito, una ayuda con la admiración y el otro con la protección, siendo el proveedor.Muchas separaciones ocurren porque el acuerdo entre ambos cambia de dirección, sea por una o por ambas partes.
Si la relación no resiste y no es capaz de hacer un nuevo contrato, lo más probable es que aparezca la infelicidad y la posterior ruptura.
Cientos de parejas buscan ayuda cuando ya están muy heridos para recuperarse solos.Aunque suelen pensar lo contrario, el distanciamiento puede producir alivio y felicidad cuando es consumado. Es fundamental aprovechar ese momento para aprender sobre sí mismo, los defectos y las habilidades, la madurez, etc. Es vital analizar el por qué de la situación, de lo contrario, el dolor permanecerá por mucho tiempo.Mientras algunas heridas no se curan, no habrá lugar para un nuevo amor.
Esto no quiere decir que no hayan quedado marcas en nuestro corazón o en nuestra mente, pero el secreto está en utilizarlas para seguir adelante, para cambiar, para mejorar, no para quedarse pensando, llorando o lamentando la pérdida. El proceso de elección de la próxima relación y el éxito o fracaso de la misma dependerá de cuán curados estamos de la relación anterior.No hay una regla que diga cuánto un ex tiene que marcarnos, ni el tiempo que necesitamos para curar el dolor.Todo depende del compromiso de cada uno para ser mejor en el día a día.
Una buena idea es "rescatar", de cada relación, lo que nos hacía más felices. Por ejemplo, salir a pasear, la pasión, el romance, el hecho de sentirse cuidado, la seguridad, la comunicación. Estas son las marcas "buenas" que debemos guardar de nuestra antigua relación. Las malas, debemos ir eliminando con el tiempo, que es el mejor remedio en la gran mayoría de los casos.