En nuestra tradición cultural se ha hecho una separación entre la relación cuerpo y mente, de la que muchos de nosotros no somos conscientes hasta hoy. La inteligencia que engloba y trata la lógica, las matemáticas y el lenguaje verbal se consideró mejor que laInteligencia Corporal Cinestésica durante años.
La inteligencia corporal cinestésica es la capacidad de utilizar el propio cuerpo con gran precisión, ayudándonos a realizar nuestras metas y nuestros objetivos personales. El cuerpo es la principal parte activa que nos facilita el impulso necesario y nos lleva a pasar de la intención a la acción. Aún así, es evidente y lógico para nuestro propio bienestar la importancia de la unión, del equilibrio y de la armonía de ambos conceptos de la inteligencia lógica y de la corporal, teniendo en cuenta que el cuerpo y la mente caminan de la mano en nuestro desarrollo.
La parte reflexiva o cerebral es igualmente necesaria a la parte "activa" (el cuerpo). El desconocimiento que aún tenemos a la hora de diferenciar, entender y potenciar cada una de las inteligencias nos está llevando a no saber desarrollar con amplitud nuestras capacidades innatas. La inteligencia corporal cinestésica
Dentro de ese tipo de inteligencia hablamos de coordinación, equilibrio, habilidad, velocidad, fuerza, destreza ... se trata de
confiar en los mecanismos táctiles y del movimiento humano para conseguir la información, sabiendo que nuestro cuerpo es la principal herramienta para ser efectivos y productivos en todos los ámbitos de la vida. También, como estábamos comentando anteriormente, ese tipo de inteligencia nos permite la expresión de ideas y sentimientos al producir un gran desarrollo en la capacidad de utilizar las manos para transformar elementos.
Podemos encontrarla en atletas, bailarinas, cirujanos, artistas, artesanos, y todas las personas que desempeñan actividades donde la precisión a la hora de controlar los movimientos corporales como forma de expresión es la principal característica. Es importante tener en cuenta que para mantener en niveles óptimos y saludables nuestra inteligencia cinestésica, debemos evitar hábitos nocivos que nos llevan a perder calidad en nuestras actividades.
Una alimentación sana y la práctica de ejercicios ejercicios serán los principales puntos a ser trabajados para ello. Muchas veces, los movimientos de nuestro cuerpo son una prueba de lo que pensamos o de lo que decidimos involuntariamente. Por eso, es recomendable tener control sobre el mismo y ser consciente de lo que significan las señales y los mensajes que el cuerpo nos envía.
Todas las personas pueden mejorar el desarrollo de esa inteligencia y conservar la faceta de inventores. Un buen ejercicio que le permitirá trabajar y mantenerla puede ser idear cosas para cubrir alguna necesidad. No importa lo simples que pueda ser: objetos que le ayudan a agilizar hábitos de su día a día como un separador de libro, una estantería hecha por usted para organizar las ropas ... el secreto de realizar estas tareas reside en el hecho de pensar sobre y ponerlas en práctica.
Cualquier ejercicio que tenga que ver con emplear su cuerpo y la creatividad mental se convertirá en un aliado efectivo para desarrollar ese tipo de
inteligencia y conectarse con su cuerpo y su mente. Así, conseguiremos el equilibrio pleno y la conciencia que merecemos.
"La conciencia es la voz del alma; las pasiones, la del cuerpo. "
William Shakespeare
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