Alfabetización emocional: identificar, comprender y expresar las emociones

Saber lo que sentimos y cómo sentimos no es tarea fácil.El universo emocional sigue siendo un total desconocido para cada uno de nosotros, en mayor o menor medida. En este contexto, la alfabetización emocional surge como alternativa para llenar todos aquellos vacíos emocionales que aún nos persiguen.

Nadie nos enseñó lo que son las emociones, qué funciones tienen o cómo podemos identificarlas. Ninguna materia se preocupó por ello en el colegio y ni siquiera era considerado algo importante para nuestra educación. En ese sentido, las emociones pasaron inadvertidas durante años, hasta que poco a poco fueron recuperando el protagonismo que merecen.Hoy en día, además de seres sociales, sabemos que somos seres emocionales y que, dependiendo de cómo manejamos este fascinante diálogo interno, así nos encontraremos. Sin duda, las emociones ganaron terreno, demandando que la educación dé un paso adelante. Veamos con más profundidad de lo que trata la alfabetización emocional.

"El aprendizaje socio-emocional ayuda a los niños a desarrollar habilidades de comunicación e integración social".

-Neva Milic Muller-
¿Qué es la alfabetización emocional?

La palabra alfabetizar se relaciona comúnmente con el proceso de enseñar a leer o escribir, habilidades básicas en el ámbito educativo. Sin embargo, parece que este concepto poco a poco desarrolló diferentes apellidos dependiendo del contenido de la enseñanza. Ejemplo de ello son los términos de alfabetización informática, científica o tecnológica.

Con estos avances, no podemos dejar de pensar que la educación parece afrontar nuevos desafíos. Entre ellos, uno de los más superiores e interesantes para nuestro bienestar es la alfabetización emocional: el proceso de educar las emociones, empezando en el ámbito escolar.

La alfabetización emocional consiste en enseñar lo que son las emociones, para qué sirven y cómo se expresan. Es enseñar a comprender y comprender a los demás a nivel emocional. Un desafío educativo que cada vez más colegios y escuelas infantiles enfrentan a través de los programas en los que ya está integrada la educación emocional.

En realidad, los conceptos y la alfabetización emocional y la educación emocional se utilizan indistintamente para referirse al mismo. Un tren con diferente nombre e incluso trayecto. "La educación emocional es el proceso educativo continuo y permanente que pretende potenciar el desarrollo emocional como complemento indispensable del desarrollo cognitivo, constituyendo ambos elementos esenciales del desarrollo de la personalidad integral". - Rafael Bisquerra -Autores como Daniel Goleman y Rafael Bisquerra muestran gran interés por este concepto, y aún más por su desarrollo. En realidad, Goleman indica que la educación del carácter, el desarrollo de la moral y el civismo de un individuo ocurren al mismo tiempo que la alfabetización emocional y la educación en inteligencia emocional.

Así, la alfabetización emocional se eleva como una oportunidad para enfrentar los comportamientos disruptivos, la agresividad y los conflictos en las relaciones interpersonales, ya que la ausencia de competencias emocionales suele estar ligada a estos problemas. Si educamos las emociones, probablemente reduciremos estos tipos de situaciones.

Objetivos de la alfabetización emocional
Mucho más allá de conocer el universo emocional en el que todos estamos inmersos,

la alfabetización emocional tiene una serie de objetivos

(Carpena, 2001, Vallés, 2000, Bisquerra, 2000, entre otros): Identificar casos de alfabetización emocional rendimiento emocional pobre.Entender lo que son las emociones y cómo reconocerlas en los demás.

Aprender a clasificar las emociones.

Modular y administrar el nivel de emocionalidad. Desarrollar la tolerancia a las frustraciones de la vida diaria. Prevenir el consumo de sustancias adictivas y otros comportamientos de riesgo.

  • Desarrollar la resiliencia.
  • Adoptar una actitud positiva ante la vida.
  • Prevenir conflictos interpersonales.
  • Además, otros autores indican otros objetivos, como el aprendizaje de la empatía, el autocontrol emocional y la demora de gratificación.
  • Comportamientos positivos que, de un modo u otro, no sólo influencian el propio bienestar, como también el de los demás.
  • Los frutos de la alfabetización emocional
  • El incentivo del aprendizaje de las emociones en las escuelas pretende hacer que aprendamos a ser inteligentes para ser felices. Una inteligencia enfocada en una perspectiva integral en la que no sólo la dimensión cognitiva es importante, sino también las dimensiones emocional y conductual.
  • Con eso nos referimos al hecho de que no sólo es importante entender cómo vivimos todo lo que sentimos, sino también su expresión, cómo debemos procesar la información que las emociones nos transmiten y, finalmente, cómo las administramos. Todo esto influye en nuestro bienestar psicológico.
  • Además, los niños no son los únicos que se benefician de este proceso de enseñanza y aprendizaje

; los profesores y toda la comunidad educativa también. Y de alguna manera, los padres también quieren e intentan firmar con sus hijos lo que fue aprendido en el aula.La alfabetización emocional es un desafío y, como tal, una oportunidad.Un puente facilitador del conocimiento de sí mismo y de las relaciones con los demás. Hablamos, sin dudas, de un despertar que vale la pena.