La codicia es un problema del corazón

La avaricia, que también es conocida como avaricia, es la tendencia a ser egoísta, mezquino ya querer todo para sí mismo.Una persona codiciosa querrá tener más de lo que es necesario o merecido, sobre todo cuando se trata de dinero, riqueza, alimentos u otro tipo de posesiones. La codicia también se conoce como avaricia.

La avaricia es uno de los siete pecados capitales dentro de la tradición católica (el deseo de satisfacer a sí mismo con adquisiciones materiales y posesiones en lugar de agradar a Dios). También en el budismo, "el deseo" es un obstáculo fundamental para la iluminación: no se puede estar en el camino de la búsqueda de la felicidad con un deseo compulsivo de adquirir cosas materiales.

"¿Quieres ser rico? Porque no busca aumentar sus bienes, sino disminuir su codicia. " -Epicuro-

La codicia en el corazón es la clave para la autodestrucción

La codicia deriva del miedo básico de no tener, sin darnos cuenta de que cuanto más y que, por el contrario, nos vamos a autodestruir.Llenar el vacío interior con cosas materiales sólo agravará el problema y hará que la persona se sienta peor con ella misma y con el mundo que la rodea. La avaricia es impulsada por el sentido fundamental de privación, una necesidad de algo que está ausente o no disponible para nosotros.

Cuando el sentimiento de carencia (sobre todo emocional) es particularmente fuerte, una persona puede ser obsesionada por la búsqueda de cosas que "necesita", tratando de buscar potenciales bienes que la hagan eliminar esa dolorosa sensación de vacío que está enraizada en el corazón . Sin embargo, no importa lo que la persona compre o todos los bienes que adquiera, pues a pesar de hasta poder sentir un cierto alivio momentáneo, eso será algo temporaly ella volverá a sufrir de ese vacío emocional que necesita otro tipo de atención para pasar.

Una persona codiciosa puede tener sentimiento de avaricia en relación al dinero, al sexo, al poder, a la comida, a la atención de los demás, al conocimiento ... es posible sentir la codicia de casi cualquier cosa. Puede ser algo concreto o algo abstracto, real o simbólico.Pero siempre será algo específico, en el que la persona se obsesiona y necesita más y más. Cuando eso sucede, la vida se transforma en una tortura, porque ella sólo se centra en tener lo máximo posible de algo en concreto.

La ganancia puede ser algo normalSegún el estudio de Richard F. Taflinger en "La base sociológica de la avaricia",

la avaricia puede ser beneficiosa para nuestra supervivencia, siempre que corresponda a un deseo por algo que no sea perjudicial.

Sin dudas que el deseo, siempre que no sea algo obsesivo con el objetivo de enterrar sentimientos de vacío emocional, no tiene que ser algo malo. Como dijo Richard F. Taflinger, todos necesitamos comprar comida, tener dinero para pagar el alquiler, ropa para vestir, etc.

Conseguir dinero es tener ganancia? Sin dinero no se puede vivir. Este elemento social puede ser entendido de dos formas diferentes: como un símbolo de riqueza o como un símbolo de recursos necesarios para la supervivencia.

Cuanto más dinero se tiene, mejor será la calidad de los objetos que usted puede adquirir. Entonces, ¿cómo puede el deseo de mejorar nuestro nivel de vida ser llamado de codicia? ¿Dónde está el límite? El límite está en querer cosas para llenar un vacío emocional ... o existencial. El miedo es lo que marca la diferencia entre la codicia y el hecho de conseguir las cosas para nuestro bienestar.

El miedo a la falta, de no tener algo que sea esencial para la felicidad, algo que no sea suficiente para hacernos felices. Debido a ese miedo constante, las personas desean de forma compulsiva cosas que creen necesitar, y por eso son básicamente competitivas y envidiosas."Si un individuo tiene la base espiritual necesaria, no se dejará vencer por la tentación tecnológica y la locura de la posesión. Sabrá encontrar el equilibrio correcto, sin pedir demasiado. El peligro constante es abrir la puerta a la codicia, uno de nuestros peores enemigos, y ahí reside el verdadero trabajo de espíritu. "

-Dalai Lama-Entender la codicia para frenarla

La avaricia es una actitud tóxica que sólo puede causar daño conforme aumenta en el interior de las personas. Vivimos en una sociedad competitiva y medimos el éxito para sentirnos bien, querer tenerlo para superar a los demás y crecer. Esta sociedad idolatra a las personas que tienen carros caros, que compran las mejores ropas y que tienen la mayor casa, codiciosa o no, la sociedad ayuda a que la codicia se transforme en una condición horrible que envenena el corazón.

Es necesario encontrar el motivo de sentir la codicia para poder curar esa herida emocional y poder aumentar el valor de la generosidad sobre la riqueza material, porque ayudar a otros nos hará vivir una vida plena y llena de felicidad. Las personas generosas sienten más satisfacción en la vida, pues sin dudas es mejor dar que recibir.

Las personas generosas que dan por amor, y no por obligación, aprendieron que las que desarrollan la codicia se caracterizan por nunca tener suficiente en relación a lo que ya tienen, son como tiburones que pasan toda la vida cazando y consumiendo, como si no todos los océanos del mundo pudieran satisfacer su deseo.