Todos nos gustan las personas nobles y humildes, que no se hallan más que nadie, que promueven la importancia de conocer sus propias limitaciones a través de sus acciones y que no hacen alarde innecesario de virtudes y bondades.
Las personas nobles huyen de la humildad falsa y afectada, del "yo hago mucho mejor", del orgullo narcisista y del egoísmo desmedido. Sucede que la soberbia de aquellas personas con aire de superioridad es tan insoportable como despreciable. Aún así, como veremos a continuación, hablar mucho y presumir en demasía suele ser el reflejo de algún tipo de carencia
, vacío o descontento con la propia vida. Es decir, lo que normalmente expresamos con aquello de "mucho ruido y poco resultado".Una lección de humildad de las personas nobles "Caminaba con mi padre cuando se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:
- Además de la cantoria de los pájaros, ¿oyes algo más?
Agradezco mis oídos y unos segundos después le respondí:
"Estoy oyendo el ruido de una carreta"
. - Es eso. Dijo mi padre. Es una carreta vacía. Pregunté a mi padre: "¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la hemos visto?" Entonces mi padre respondió:- Es muy fácil saber cuando una carreta está vacía, por el ruido. En el momento en que veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, si sintiendo poderosa y despreciando a las personas, tengo la edad, la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:
"Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace". La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitir a los demás descubrirlas. Nadie está más vacío que el que está lleno de sí mismo.Compartir
Dígale cómo usted se exhibe y le diré cuál es su vacío
La gente completa es la mejor porque no tiene necesidad de competir o de tener razón. También no necesitan aparentar o mentir, pues lo que son aparece en sus actitudes, en su moderación y en su saber estar. Por eso la humildad tiene como base el respeto por los demás y la amabilidad. Este es el telón de fondo de las miradas sinceras, autores de estos sentimientos que nacen del corazón. Compartir
Pero hay personas
que, lamentablemente, están tan vacías que su carreta hace mucho ruido.
Este tipo de gente no hace más que exhibirse y jactarse, no contempla la realidad emocional ajena y necesita demostrar su valor a través de palabras huecas y puertas entreabiertas.
Este vacío desolador es consecuencia de una baja autoestima, de la ausencia de posibilidades y de una educación emocional pobre. Por eso siempre es preciso e importante trabajar nuestros vacíos, carencias y capacidades.Sin embargo, cuando conseguimos algo muy importante para nosotros, es normal y común mostrar orgullo. Pero
del orgullo por el esfuerzo y el objetivo alcanzado a la altivez ya la arrogancia hay una buena distancia. En este sentido, para ser humilde con nuestras conquistas y éxitos es preciso tener claridad sobre dos premisas que constituyen la base de la bondad y de la nobleza:No es necesario exhibir sus conquistas, es suficiente esperar que sigan su ejemplo.La verdadera conquista está en perfeccionarse a sí mismo ya los demás.No es necesario exigir de la vida lo que le falta, hay que agradecer por lo que ella le dio.Nada de lo que podamos alcanzar nos hace dignos de alabanza, ni de hallarnos superiores a los demás. Sólo la bondad y la humildad nos ayudan a elevarnos y se constituir como soportes de nuestra felicidad en el camino.
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