Desafortunadamente, sigue existiendo una infinidad de desigualdades entre el hombre y la mujer. Muchas veces estas desigualdades aparecen enmascaradas: ni siquiera las percibimos porque están perfectamente incorporadas a nuestra cultura, y otras, incluso, son promovidas por las propias mujeres, que a pesar de los avances que ya alcanzamos en muchas áreas todavía no son capaces de valorarse forma coherente con el peso que ellas tienen en la sociedad. Por suerte, cada vez quedan menos resquicios de estas desigualdades y las mujeres son más consideradas que nunca, en todos los niveles.
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Sin embargo, todavía quedan algunas tareas pendientes por las que seguimos sufriendo. Por ejemplo, muchas mujeres sienten que tienen que dar absolutamente todo de sí mismos: necesitan transformarse en super mujeres, en semideusas.Necesitamos tener la casa en perfectas condiciones, necesitamos crear los hijos de forma perfecta (perfecta para nosotros, perfecta para nuestro compañero, perfecta para la suegra, perfecta para las redes sociales ...), necesitamos estar bellas, bien cuidadas y de moda . Por supuesto que necesitamos ser trabajadoras, si no estaríamos "mantenidas" por otra persona; además, si no trabajáramos, recibiríamos la incomprensión de otras mujeres que no lograrían entender que elegimos una forma de vida diferente a la suya, sin que nadie nos obligue a hacerlo.
Además, si no cumplimos con todas nuestras obligaciones, pronto aparecen las presiones sutiles en forma de preguntas , supuestamente inocentes pero que cargan una crítica. Pero ..."usted no está trabajando?", "Usted no publicó su tesis?", "Usted dejará al niño en el cuarto de niños siendo tan pequeño?", "Usted ya no se arregla como antes, no?"
Yo no quiero ser una super mujer
No. Y digo eso de boca llena. Tal vez un tiempo atrás caía en esa trampa que tiene la pretensión de tomar a las mujeres hace tiempo.Tal vez me sentía obligada a cumplir con todo, a cubrir las necesidades de los demás antes de mis propias y emprender o ponerme en posiciones que no me interesan en este momento sólo para conseguir la aprobación de los demás. Pero no voy a continuar con ese juego. Antes de ser mujeres, somos personas, y como todos los seres humanos, sean hombres o mujeres, tenemos nuestros derechos personales y también nuestras limitaciones. Es imposible querer cumplir todo lo que se supone que debemos hacer, y mucho menos querer realizarlo de forma perfecta.
Compartir, todos, tanto mujeres como hombres, somos seres falibles.
Algunas cosas haremos bien o muy bien y otras haremos terriblemente mal. La clave está en no dejarse presionar por las ideas sociales o por las obligaciones que el mundo quiere que tomemos como nuestras. Y mucho menos en desvalorizarnos por no alcanzar la perfección, ya que entonces nos sentiremos inferiores siempre. ¿Qué importancia tiene para el mundo, para la vida o para el Universo que un día usted salga a la calle más despeinada que de costumbre? ¿Cuál es el problema de dejar de trabajar o estudiar por un tiempo porque preferimos estar con nuestros hijos? ¿Cuál es el problema si, por el contrario, preferimos seguir con nuestra propia vida profesional y optar por el cuarto de niños? ¿Por qué el mundo se entromete tanto en lo que hacen las mujeres?
Consejos para no ser una super mujer La primera y más importante es cuidar mucho de nuestra propia autoestima.
En las mujeres normalmente tenemos una autoestima inferior a la de los hombres a causa de las ideas que nos han pasado desde niñas sobre el papel que deberíamos desempeñar en la sociedad.Este papel a menudo entra en shock con lo que realmente queremos hacer con nuestras vidas, y eso nos llena de frustraciones y ansiedad.
La mujer tiene la percepción de que nunca es suficiente, de que debería ser mejor: mejor funcionaria, mejor madre, mejor amante ... Como esta perfección que nos es exigida desde fuera es inalcanzable, siempre tenemos la sensación de fracaso, y eso que implica una patada en nuestra autoestima. Recuerde que cada vez que usted no se siente orgulloso de lo que usted ha hecho, usted saca un estímulo positivo de su autoestima. La siguiente sugerencia es no hacer lo que usted no quiere simplemente por la necesidad de aprobación.
No busque más esta aceptación ya que no es real: siempre habrá alguna cosa por la cual seremos criticadas, si no es de un lado, será por el otro, pero nunca podremos contentar al mundo entero. Es verdad que tenemos obligaciones como todo el mundo, pero éstas necesitan ser escogidas por nosotros con toda nuestra confianza, y no impuestas por la cultura.
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Por fin,
deje la culpa. Las mujeres nos sentimos culpables por casi todo: por volver al trabajo tan rápido, por quedarse en casa, por no tener la comida preparada, por no pasar tanto tiempo con las amigas, por tener más éxito profesional que el hombre que tenemos del hombre, nuestro lado. ¡Llega! La culpa no sirve para absolutamente nada y es fruto de creer que hay algo que estamos haciendo mal. Olvídate de esta idea, porque eso no es verdad. Usted está dando lo mejor de sí y viviendo la vida que usted, y sólo usted, desea vivir.
Nadie puede sentirse culpable por cuidar de sí mismo por encima del resto.Para finalizar,
sólo puedo felicitarla por ser mujer
, por todo lo que usted alcanzó y aún queda por alcanzar. Además, quería saludar a aquellas mujeres que ya no se dejan llevar por lo que el mundo espera de nosotros: ellas harán que nuestra situación cambie y con que las mujeres de las próximas generaciones no asimilen como propias las obligaciones que gran parte de la sociedad actual todavía nos otorga.