¿Qué nunca pasó por una mala fase en la vida? Todos nosotros sin duda ya tuvimos caídas y nos causaron un malestar. Sin embargo, al compartir la situación con nuestros seres queridos, nos dieron respuestas como las siguientes: "bueno, el pasado en el pasado está, ahora hay que mirar hacia adelante", "deje de pensar en eso y trate de ser feliz", etc.
¿Qué hay detrás de esas "aguas pasadas no mueven molinos", o los "ahora tienes que levantarse y seguir luchando"? ¿Significa que no puedo ser afectado por las cosas malas que suceden conmigo? ¿Quiere decir que si algo me afecta tengo que fingir y continuar como si nada hubiera pasado? ¿Hay que ser felices a pesar de las circunstancias? ¡No!
La felicidad como bandera
En la sociedad actual se promulga que debemos ser felices independientemente de cualquier cosa. No podemos estar tristes, ni angustiados, ni enojados. La felicidad es llevada como bandera, la vemos en todas partes. La realidad es que ser feliz es maravilloso, ¿cómo vamos a negar eso?
Nos bombardean con mensajes de alegría, de felicidad y de optimismo, tanto en las redes sociales como en los medios de comunicación. Tanto es así que cuando alguien no se siente tan feliz como "debería" se generan sentimientos de frustración, ya que la realidad no está de acuerdo con las expectativas creadas. Viene el malestar y con él surgen pensamientos del tipo "si él es feliz, ¿por qué no?"¿Sucede que eso de ser feliz sin importar las circunstancias es muy complicado para nosotros, no es verdad?
Si algo no sale como planeado o algo malo sucede con nosotros, surgen las emociones negativas, sin que la gente tenga mucho margen para evitar eso. Entonces, ¿qué pasa, no debemos ser felices o no podemos sentirnos mal en determinadas situaciones? Por supuesto, es bueno ser feliz, pero también tenemos que evitar el acto de potenciar los sentimientos negativos, que podemos tener en un determinado momento, pensando que deberíamos sentirnos bien.
¿Por qué y para qué surgen las emociones negativas?
Las emociones surgen como respuesta de nuestro organismo ante determinadas situaciones.
Sin embargo, ¿cómo aparecen unas u otras? Esto depende de la valorización que el individuo da a lo que sucede. Así, las emociones positivas son aquellas que generan sensaciones agradables. Aparecen cuando se evalúa la situación como positiva, por lo que no es necesario movilizar recursos para intentar modificar o salir de esa situación. Las emociones negativas generan sentimientos desagradables.
Aparecen cuando una situación es evaluada como perjudicial, haciendo que movilizamos muchos recursos para encararla y superarla. De esta forma, para poder "seguir adelante", como dicen nuestros parientes, es necesario que aparezcan tales emociones negativas. Por ejemplo, si algo nos provoca miedo, eso nos hace tratar de protegernos. Sin embargo, cuando algo nos molesta, hace que la gente se prepare para defenderse ante un posible daño. Si lo que sentimos es asco, esa emoción hará que la gente se aparte de lo que puede ser perjudicial o "tóxico" para nosotros. Y cuando estamos tristes, esa tristeza nos ayuda a aceptar la pérdida, haciéndonos reflexionar para así poder reintegrar lo que sucedió.
Entonces, debemos dejarnos llevar por el malestar emocional?
Buena pregunta! Como ya vimos, el hecho es que las emociones surgen con el propósito de que nos adaptemos de la mejor forma posible a las diferentes situaciones ya los diversos cambios que ocurren a nuestro alrededor. Esto quiere decir que son necesarias, tanto las positivas como las negativas.
El secreto está en saber cuando las emociones pueden ser perjudiciales para nosotros. Si nos invaden con mucha frecuencia, pueden provocar varias enfermedades psicosomáticas, así como trastornos de ansiedad o del estado de humor. ¿Cómo podemos diferenciar una emoción normal de otra perjudicial? Para hacer esto, tenemos una serie de parámetros:
Número de episodios. Se refiere al número de veces que se presentan las emociones negativas. Si la frecuencia es baja, no hay problema. El problema ocurre cuando aparecen repetidamente, Intensidad de la emoción.
- Cuando sentimos de forma leve o media, es un malestar normal, no siendo así cuando la intensidad es alta.Duración de la emoción.
- Cuando es limitada y se va después de que el evento que la causó desaparece, quiere decir que está cumpliendo su función. Pero, si por el contrario, tiene una duración prolongada, se vuelve nocivo para nosotros.Tipo de reacción.
- Si es una respuesta que se espera dada la situación que la desencadena, de modo que otras personas ya reaccionaron de la misma forma ante ese mismo hecho, la emoción no es patológica. Una señal de anormalidad puede ser, en este caso, cuando la reacción es desproporcionada.Sufrimiento que provoca.
- Si es limitado y transitorio, el malestar que usted está teniendo es normal. Lo contrario sucede si el sufrimiento es fuerte y duradero. Interferencia en la vida cotidiana.
- Cuando interfiere de manera sutil o no, no es perjudicial para nosotros. Sin embargo, se interfiere de forma profunda en la vida cotidiana, es bastante perjudicial.Al comprender lo que se ha dicho anteriormente, tenemos que tomar conciencia de que
- es benéfico para nosotros que aparezcan las emociones negativas cuando tienen que aparecer.No tenemos que evitar ese malestar, pero tampoco es una buena idea abandonarlo. En ese momento entra en juego la capacidad de controlar las emociones. Una vez que hayan ayudado a enfrentar un hecho concreto de manera adecuada, deben desaparecer. Así podremos, de una vez por todas, ser felices y seguir adelante.