Decir que no necesitamos a las personas para vivir es negar evidencias. Todos deseamos tener, todos los días de nuestras vidas, nuestras personas queridas a nuestro lado, aprovechar la vida con ellas, compartir momentos, felicitaciones y tristezas ...
Sin embargo, la palabra "precisar" debe sostenerse en un vínculo sano que no ahoga, y que por encima de todo, permita un desarrollo personal y un espacio propio a la otra persona. Todos necesitamos a quien amamos, pero necesitamos proteger nuestra individualidad y propiciar esto también a los demás. Quiero alguien que prefiera vivir conmigo, y no alguien que lo necesite.
Aprendí que puedo sonreír sin ti, que puedo recorrer mis propios caminos sin seguir sus huellas, crecer sin que por eso tengas que desconfiar de mí. No deseo poner mi felicidad en sus bolsillos, deseo ofrecerme en libertad a usted, para unir nuestras felicidades y vivir en armonía.Compartir
Sabemos que este tipo de frase queda muy bien en muchos libros, en manuales sobre relaciones amorosas maduros y felices. Sabemos que, en realidad, es difícil decir esto de "no te necesito, pero te prefiero".
Sin embargo, se trata sólo de saber armonizar y construir. De entender que ser una pareja no es sustraer, que vivir es sumar todos los días y nunca despertar por la mañana con la sensación de que "falta algo", de que estamos perdiendo nuestra identidad en favor de la otra persona.
Ser una pareja es ser capaz de ser feliz como somos, de forma individual, entendiendo que elegimos a alguien para ganar en felicidad. Para crecer como personas. Porque si no es así, si no sentimos la unión y el equilibrio de ambas partes, no estamos siendo un equipo. Estamos perdiendo, nos estamos deshaciendo ... Vivir amando o dependiendo, el estrecho hilo de la felicidad
Si me gusta a alguien, deseo que esté conmigo. Deseo un compromiso firme y su presencia en mi vida, y por qué no decir: es necesario que cada día me muestre su cariño a través de la reciprocidad, de la magia de esos pequeños detalles que edifican vidas enteras.
Decir que necesito reciprocidad en el amor no es ser dependiente. Es querer recibir lo mismo que uno invierte. Ahora, las relaciones dependientes necesitan de la otra persona tanto como de sí mismas, e incluso más. La necesidad, en este caso, es sinónimo de dominio, de apego, no de igualdad. Compartir Podríamos decir que el hilo estrecho de la felicidad depende a veces de esta simple diferencia que trae tantas complicaciones para vivir en pareja. Veamos estos puntos en detalle.
El peligro de diluirse completamente en la otra personaAmamos tanto, que llegamos a diluir casi por completo en el ser amado.
Su es mío, sus preocupaciones son las mías, sus tristezas también son las penas de mi corazón.
Cierto, no podemos negar que ser una pareja implica un compromiso, y tal compromiso requiere resolver problemas juntos, hacer frente a las dificultades y cuidarse mutuamente. Ahora ...
¿Debería haber un límite para esto? Sin duda. Todos sabemos que haríamos lo que fuera necesario por la persona amada. "Lo que fuera" no significa perder el equilibrio y su identidad.
Amar no es andar por un hilo de alambre con una venta a los ojos, siendo guiado únicamente por su compañero. Usted tiene el derecho de elegir, de hablar y de opinar
- , y no es el hecho de a veces pensar diferente que debe crear una distancia con la persona amada. Podemos amar las similitudes y respetar las diferencias, y no por eso el "equipo" va a romperse.
- Nunca deje que la otra persona le haga cuestionar o renunciar a sus propios valores. Los valores son parte de su identidad, y si usted pierde una parte de su persona quedará vacía.
- No se despate para mantener a la otra persona.Para ser feliz, en realidad, no necesitamos mucho.
- Sólo el amor, la intimidad, el respeto y esa complicidad que forma parte del día a día en dos miradas que se desean y se conocen. Quien necesita algo más allá de todo esto es porque presenta carencias propias que espera que otros atiendan o solucionen.
Quien está lleno de vacíos o carencias no superadas busca salvadores, busca ángeles llenos de afecto que sean capaces de darle todo a cambio de nada. Es entonces que la gente termina rompiendo en pedazos para llenar todos esos abismos ... Y al final, nunca volvemos a ser completos.
Compartir Se suele decir que si intentamos curar un corazón roto, también podemos acabar en pedazos. Por eso, no es bueno mantener esa idea de que con usted la persona podrá cambiar, de que usted lo hará feliz ... Porque si nosotros mismos no somos felices, es muy complicado que otra persona pueda conseguir ser de la noche a la mañana.
El amor debería ser un acto de libertad donde no existen los chantajes, donde nadie busque aliviar la soledad o llenar espacios que otros dejaron.El amor es vivir integralmente consigo mismo y con la otra persona. Si no se respeta, si usted no está seguro de sí y no le gusta lo que ve en su alma y oye en sus pensamientos, acabará proyectando a sus propios demonios en la otra persona.
Nadie tiene la obligación de curar sus heridas , de encajar en sus fragmentos personales, de merecer sus pesadillas en noches de angustia. Con eso lo que usted gana es esclavizarse. Se ofrece maduro, completo y sin miedos para amar en plenitud, sin carencias. El amor es ser humilde, y al mismo tiempo permitir.
- Es querer lo mejor para la otra persona, buscando también la propia felicidad.
- Es construir entre dos siendo uno, es vivir con integridad siendo nosotros mismos, de la mano con la persona amada.