Nada como perdonar y olvidar: perdonar a la persona y olvidar que existe

Nadie tiene convicción certera sobre el límite del perdón, porque nunca podremos saber lo que pasa realmente en el corazón del otro, o sea, es imposible deducir si quien recibe el perdón percibe todo lo que allí está involucrado. Esto es porque muchas personas son perdonadas y, sin embargo, no mueven una paja para cambiar lo que lastima el otro. Hay gente que no sabe ser perdonada.

Últimamente, estamos constantemente aconsejados acerca de la necesidad de perdonar a las personas, para que limpiemos las tramas que otros dejan en nuestros caminos. Sí, perdonar realmente hace bien, pues así es como conseguimos librarnos de mucha carga que obstaculiza nuestro respirar y es así como la gente prosigue. Sin embargo, tendremos que hacernos conscientes de que muchos no saben recibir el perdón de nadie.Muchas personas no entienden que ser perdonado requiere querer serlo. Y el que quiere recibir perdón debe estar dispuesto a reflexionar sobre sí mismo, cambiando los comportamientos que lastiman a los demás, forzándose a tomar otras actitudes, porque es así que la gente demuestra estar agradecido por el perdón recibido. ¿De qué sirve, pues, que nos perdonen, si eso no nos lleva a la reflexión alguna sobre la forma en que estamos viviendo nuestras vidas?

Si no necesitábamos cambiar, no tendríamos que estar necesitando que alguien nos perdone por algo que hicimos o dejamos de hacer. De hecho, existirán aquellos que ni siquiera podrán aceptar que necesitan ser perdonados, pues, en su mundillo, nunca hicieron nada mal, nunca lastimar a nadie - se imagina, todo intriga de la oposición, todo melindres de gente mimada. Se trata de gente que no cambia, nunca, por nada ni por nadie. La gente de quien se aleja es cuestión de supervivencia. Incluso si conseguimos perdonar, es que, muchas veces, no tendremos más que seguir manteniendo a ciertas personas en nuestras vidas, porque ellas mismas se encargarán de alejarnos cada vez más, con su reticencia a cambiar, presas que se encontrarán en en medio del ego mismo. Lo importante es que estaremos libres y distantes de quien sólo lastima, para que podamos reposar nuestras almas junto a quien se equivoca, pero tiene la capacidad de decir "excusa", del fondo de su corazón.