Homúnculo de Penfield: características y funciones

Nuestro cerebro es extraordinario. Él está siendo estudiado desde hace muchos años y aún no hemos descubierto todas sus posibilidades. Es como el universo: infinito y lleno de sorpresas. Tal vez sea por eso que cuando se identifican nuevas funciones o áreas del cerebro, intentamos simplificar el descubrimiento. Fue lo que sucedió con el Homúnculo de Penfield.

El Homúnculo de Penfield fue descrito por primera vez por el Dr. Wilder Penfield entre los años 40 y los 50. Este neurocirujano canadiense buscaba explicar y curar enfermedades neurológicas como la epilepsia. Durante su trabajo, como el cerebro no siente dolor, él aplicaba choques eléctricos en las diferentes áreas y preguntaba a sus pacientes, que estaban despiertos, lo que ellos sentían.

Al aplicar estos choques, descubrió una pequeña área cerebral que demostraba un mapa sensorial de nuestro cuerpo. Este mapa sensorial reflejaba la sensibilidad de cada una de las partes de nuestro cuerpo. Él decidió representar esta área como si fuera una forma humana, dando origen al Homúnculo de Penfield. Lo que hace esta representación especial es ser consciente de que tenemos áreas en nuestro cuerpo que son más sensibles al estímulo que otras.

Esta representación dio origen a un hombre deformado y desproporcionado, donde las áreas más sensibles son mayores que las menos sensibles. Pero eso no es todo, poco después se descubrió que no era sólo un hombre que vivía dentro de nuestra cabeza, sino dos, un sensorial y un motor, ambos muy diferentes, pero con puntos en común. "Mientras el cerebro es un misterio, el universo seguirá siendo un misterio". - Santiago Ramón y Cajal - Características y funciones del Homúnculo de Penfield

De acuerdo con los estudios actuales, existen dos Homúnculos de Penfield: un sensorial y un motor. Vamos a conocerlos en mayor profundidad.
Homúnculo motor o córtex motor primario:

El homúnculo motor o el córtex motor primario se encuentra al lado del homúnculo sensorial. Se encuentra exactamente en el surco central de la corteza frontal. Esta área es la más importante para el funcionamiento motor de nuestro cuerpo.

En colaboración con otras áreas, como el córtex motor suplementario y teniendo en cuenta las referencias recibidas del tálamo,

elabora y ejecuta los movimientos motores de nuestro cuerpo.

Es por eso que su apariencia es ligeramente diferente de la del Homúnculo sensorial: su boca, sus ojos y especialmente sus manos son enormes debido a la mayor especificidad en la localización de los receptores y de los nervios motores.

Una curiosidad de esta área es que ella se desarrolla de forma diferente en cada ser humano. Esto implica que la velocidad de su desarrollo es única y personal. Depende de qué partes del cuerpo son más usadas, aquellas que tienen más habilidades motoras o que son más entrenadas.

Homúnculo sensorial o córtex somestésico primario: El Homúnculo sensorial representa la corteza somestésica primario, o la sensibilidad táctil, de presión o el dolor de nuestro cuerpo.

Se encuentra en el lóbulo parietal, justamente en su unión con el lóbulo frontal. Explicado de otra forma, el homúnculo sensorial comprende las áreas 1, 2 y 3 de Broadman.

En esta área, nuestro esquema corporal se representa de forma invertida lateralmente. Esto significa que la representación derecha de nuestro cuerpo está representada en el lado izquierdo de esta área del cerebro, y el lado izquierdo en la parte derecha. Aunque puede sorprendernos, esto es muy común en el funcionamiento de nuestro cerebro. Se debe notar que esta área sensorial recibe la mayoría de las proyecciones de información de nuestro cuerpo a través del tálamo.

El tálamo es el área de integración de las diferentes fuentes sensoriales de nuestro cerebro, haciendo que percibamos nuestro mundo de forma integrada, y no separado de acuerdo con el sentido que lo percibe.

Además, el Homunculo sensorial es responsable de nuestra propia percepción , es decir, el estado de nuestro sentimiento interno. Él nos informa sobre la postura, el estado de nuestros órganos y de nuestros músculos. Y, aunque parezca extraño, de cómo nos estamos sintiendo internamente. Todo esto hace que esta área vital para nuestro bienestar, destacando nuestro bienestar emocional. Esto ocurre porque los labios y las extremidades se representan de forma más pronunciada, haciendo que las caricias, los besos y los abrazos sean muy importantes en términos de sensibilidad y del universo de las emociones que nos hacen sentir.

El miembro fantasma, la principal enfermedad del Homúnculo de Penfield El Homúnculo de Penfield recoge los datos de nuestra representación corporal, sea sensorial o motor, y si se ve afectado, puede llevar a una enfermedad curiosa: el miembro fantasma.Cuando sufre de esta enfermedad, el cerebro sigue sintiendo o percibiendo las sensaciones de un miembro amputado.

Un derivado del miembro fantasma es el dolor fantasma. Con el dolor fantasma, el área sensorial que representa la parte del cuerpo amputada envía sensaciones de dolor desde nuestro cerebro. Esto significa que, aunque el miembro está amputado, debido a la actividad de las neuronas del homúnculo sensorial, no podemos dejar de sentirlo.

Como podemos ver, un descubrimiento impulsado por la curiosidad a través de la estimulación eléctrica del cerebro abrió un universo de posibilidades. Gracias a ella, percibimos la importancia de cada toque en nuestra piel y nuestro desarrollo cerebral y emocional.