La maternidad parece tener una especie de "itinerario" que debe ser seguido por la madre a partir del momento en que recibe la noticia; por otro lado, habrá que tomar muchas decisiones que no son fáciles. Hay algunos "ritos" de maternidad que las mujeres estudian a fondo, ya que se enfrentan a un mundo nuevo y apasionante sobre el que tienen mucho que aprender. Elegir amamantar o no es una de esas grandes decisiones. El tratamiento con el sentimiento de culpa por no poder amamantar puede ser una de las consecuencias.
Cada mujer tiene motivos particulares que les llevan a optar por la lactancia materna o la lactancia artificial. De un lado están las defensoras de la lactancia y, del otro, las que no quieren o no pueden hacerlo. Lejos de querer provocar un debate sobre la lactancia materna y la lactancia artificial, el objetivo de este artículo es hablar sobre el sentimiento de culpa por no poder amamantar que puede ser sentido por las mamás. Madres que tenían la voluntad y convicción de amamantar a sus hijos, pero no pudieron, por uno u otro motivo.La culpa por no poder amamantar
Existen varias razones médicas que pueden respaldar la decisión de no amamantar: enfermedades de la madre, producción de leche escasa, procesos muy dolorosos de mastitis, etc. Este momento provoca un impacto psicológico importante, pues entran en shock dos puntos muy fuertes: la necesidad nata de la madre de nutrir a su bebé y la imposibilidad de hacerlo de forma natural.
Ante una experiencia real, podemos ver episodios de frustración absoluta. Por un lado, el llanto de los bebés porque tienen hambre, y por otros una madre desesperada tratando de todas las formas de alimentarlo. Una lactancia que, de ninguna manera, va adelante. En una oportunidad,
una madre me dijo que tenía mucho miedo de la hora de amamantar a su hijo.
En ese caso, hablamos de una madre que producía mucha leche, pero que tenía algunas heridas que impedían la succión tanto por el bebé como de forma mecánica. El sufrimiento y el dolor eran tamaños que ella llegó a preguntarse una vez "¿Por qué tengo que alimentar a usted?". Los pezones agrietados con sangrados, ardor continuo, un mero toque de la ropa era un suplicio. Además, muchas de esas madres se sienten atacadas por no seguir aguantando. "Bueno, si ya estás cansada ...", le dijo una partera en una ocasión.
El momento de abandonar la lactancia materna ¿De verdad, hay necesidad? En mi opinión, no. El estrés que se transmite al bebé en ese momento
, la rabia totalmente visible, es mucho peor que privar al niño de los beneficios que la leche materna ofrece.
En los primeros meses de vida, la alimentación es un momento de unión, de unión, de beneficio emocional para la madre y para el bebé. El empeoramiento del dolor sólo puede llevar al revés, pues el bebé recibirá todo ese malestar mientras esté en los brazos de su madre. Llegado ese punto, y después de la decisión de la madre de dejar de amamantar, llega el momento de elegir la mejor leche posible. Las opciones son totalmente seguras, y no ofrecen ningún tipo de riesgo para el bebé.El pediatra es quien puede aconsejar a los padres en ese sentido.
Amamantar es una opción, no una obligación
Es verdad que la lactancia materna facilita bastante la formación del vínculo afectivo entre la madre y su bebé. Sin embargo, está demostrado que no amamantar no impide que el vínculo sea formado. Algo está funcionando mal en nuestra sociedad cuando una mujer se siente juzgada y fracasada
, y convive con la culpa por no poder amamantar a su hijo de forma natural, principalmente si los demás le hacen sentirse de esa forma. "Él se quedará bien, lo importante es que te quedas tranquila para transmitir paz y seguridad a tu bebé".
Creo que ese es el mensaje que todas deberían recibir.
Ninguna mujer debería ser o sentirse atacada por su decisión, sabiendo que el bebé va a estar seguro. Bueno sería si las mamás se apoyasen, independientemente de sus decisiones sobre la lactancia.Cada mujer tiene sus propias circunstancias y sus propias experiencias.Ninguna mujer debe sentirse mal por haber tenido que optar por la alimentación con biberón. Espero que su experiencia como madre no va a ser inferior,que usted no va a ser menos madre o una madre de segunda por eso. Esta opción le dará a su bebé todo lo que necesita, y usted podrá ofrecerle todos los beneficios emocionales que se comparten con la creación de un clima agradable cuando el bebé necesita comer.