La ayuda de los psicólogos es muy importante y necesaria, pero todavía son muchas las creencias / mitos / expectativas infundadas que manchan el verdadero objetivo que hay en recurrir a la consulta de estos profesionales. La visión más amplia y errónea sobre ir a la terapia es creer que los psicólogos son personas que hacen maravillas. Pero no podríamos estar más equivocados. Los psicólogos no hacen milagros.Muchas personas se sienten decepcionadas cuando recurren a estos profesionales
. Es verdad que cada uno de nosotros debe encontrar al psicólogo que mejor le conviene, la terapia que mejor se adapte a nuestras necesidades e investigar un poco sobre cuál es la especialidad del terapeuta que vamos. Por otro lado, es importante que tengamos la mente abierta y con disposición de trabajar: somos nosotros quienes lograremos, sea cual sea el objetivo, y es el psicólogo quien nos va a ayudar."Usted elige dónde y usted decide hasta cuando, porque su camino es un asunto exclusivamente suyo."
-Jorge Bucay-
Los psicólogos no hacen milagros, incomodan
Es verdad que los psicólogos no hacen milagros, por más que todos nosotros deseáramos eso. Él no va a ponerlo en una camilla y hacer una cirugía. Él no tendrá la anestesia y va a necesitar su participación. Además,
la consulta con un psicólogo puede convertirse en un escenario al que "nadie le gustaría volver" . Principalmente porque los psicólogos incomodan, sea haciendo preguntas, pidiendo al paciente para observar con un punto de vista diferente de aquel que domina la situación que le aflige, haciéndole ver su cuota de responsabilidad por lo que sucede y devolviendo la responsabilidad por cualquier decisión que tomar.Es muy posible que muchas personas se encuentren en la consulta de un psicólogo lamentándose y sintiéndose víctimas y de repente creen que el terapeuta está tratando de arrancar esa protección que las alberga. Por ejemplo, si una persona va a la consulta porque su pareja está siendo infiel y el psicólogo le pregunta: "¿Y por qué usted todavía está en esa relación?", Puede que reciba esto de forma equivocada y responda de la siguiente manera, como si es obvio, "porque lo amo."
Sin embargo, a medida que la terapia va avanzando esta persona puede encontrar resistencias y rechazar la "no ayuda" que cree que el terapeuta le está dando, porque, básicamente, no encontró el " que quería oír. Tal vez deseaba una fórmula mágica para que su pareja dejara de ser infiel o una aprobación para su propio comportamiento. Pero, al darse cuenta de que una opción, la más viable y que pasa por su propia mente, es la de romper la relación, carga sobre el terapeuta toda su frustración y negación ante dicho resultado. El psicólogo hace que la persona reflexione sobre su situación para llegar a sus propias conclusiones. Cuando estas no se corresponden con sus deseos o la observación de la realidad duele, es muy probable que muestre rechazo y no vuelva a la consulta.
Compartir Muchas veces, nuestra intención al ir al psicólogo es que alguien nos diga que estamos seguros o que nos dé una fórmula mágica para que una circunstancia por la que estamos pasando sea resuelta de la manera que queremos. Sin embargo, esto no es realista y muchas veces responde a miedos e inseguridades.El psicólogo puede ayudar con el dolor, pero no puede resucitar a la persona perdida.
¿Cuál es el papel de la ayuda de los psicólogos?Es importante que seamos conscientes no sólo del papel del psicólogo, sino también de cuál es el papel que tenemos como pacientes en la consulta.
Para empezar, como ya dijimos, los psicólogos no hacen milagros. Ellos están allí para escuchar, proveer herramientas y abrir el campo de posibilidades cuando éste está reducido. Un psicólogo jamás nos va a decir lo que debemos hacer ni va a decidir por nosotros. Sin embargo, es posible que necesitamos realizar algún ejercicio de autoestima, trabajar con nuestras inseguridades o superar algún miedo; es decir, acabar con algún tipo de bloqueo. Este es el trabajo de los psicólogos. Proporcionar las herramientas necesarias para sentirnos mejores con nosotros mismos, aumentar nuestra seguridad y autoestima, enfrentar los miedos, mejorar nuestra manera de relacionarnos con los demás. Esto no significa que necesitamos trabajar la toma de decisiones en la terapia. Hay diferentes estrategias muy eficaces para ello. El psicólogo puede servir de soporte para ordenar ideas o para profundizarnos en las diferentes situaciones hipotéticas con las que lidiamos. Pero no nos va a decir qué hacer y en muchos casos tampoco nos va a decir lo que haría en nuestro lugar, simplemente porque no está.
En cualquier caso, esto no hace menos valioso e imprescindible su papel, ya que gracias a su ayuda, esta decisión probablemente termina siendo más fácil o nos cueste menos dejar todo lo que perdimos por elegir una opción en lugar de otras.
Somos nosotros quienes tenemos que dar el paso.Sabemos lo que tenemos que hacer, somos conscientes de lo que nos haría mejores. Sólo tenemos que tomar una decisión y ponerla en acción sin temores. Ahora tenemos las herramientas necesarias para hacerlo.