A veces es muy duro convertirse en madre
Sí, vale la pena. Sí, es la experiencia más poderosa que una mujer puede vivir. Sí, nada va a marcarla tanto como el momento en que usted finalmente sostiene a sus hijos en los brazos, deliciosamente sucio, húmedo, caliente, salido de dentro de usted ... y él mira en sus ojos como si dijese: yo te conozco.
Pero es duro. Usted les enseñará a volar, pero no volarán su vuelo. Enseñará a soñar, pero no soñarán su sueño. Enseñarán a vivir, pero no vivir su vida.
Sin embargo ... en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño, estará siempre la marca del camino enseñado.
Madre Teresa de CalcutaY no se trata sólo de la falta de sueño, de las secuelas del parto, de los cuidados que un recién nacido demanda
(tan pequeño y tan exigente!), Ni siquiera del cóctel de hormonas que nos deja turbulentas hasta varias semanas después. Tampoco de la falta de experiencia y de la incertidumbre sobre si usted está haciendo las cosas de una manera correcta o no, ni las propias dudas y comentarios de familiares bien intencionados, pero que no hacen nada más que disparar su propia inseguridad, su miedo.
Es mucho más que eso. Es la ruptura total y repentina con su propia identidad, con cómo, hasta el momento de parir, usted se había definido: sus proyectos, sus ambiciones, su trabajo, sus amigos, su cuerpo y todo aquello que usted llamaba el suyo. Su tiempo. Su vida.
CompartirEs mirarse en el espejo, mientras la criaturita está atrapada en su pecho, y no se reconoce.
¿En qué momento se convirtió en esa mujer extraña que no tiene ni un minuto para tomar un baño? ¿Quién es ella? ¿Quién eres ahora? Continúa siendo usted, sólo que una versión mayor de sí misma.
Pero al principio no lo sabes. Al principio usted no se encuentra. No hay nada que consiga vincular esa su nueva vida de intercambios de pañales, dar de mamar por horas y canciones de ninar, con aquella otra vida que parece tan remota, aquella en la que usted iba y venía cuando quería, tenía tiempo y pertenecía apenas a la tú mismo.CompartirPorque, por supuesto, todo su ser ahora es de otro. Y ese otro ser ahora se está alimentando de usted, no sólo de su leche, sino también de sus caricias, de sus canciones, de sus palabras, de su calor.
Y el tiempo pasa, naturalmente pasa.Llegará el momento en que, casi sin darse cuenta, las mamadas disminuirán y las horas de sueño nocturno aumentarán. Su bebé aprenderá a levantar la cabeza, a dar una vuelta en la cuna, a gatear.
Cuando usted menos espera él va a dar una sonrisa y usted pensará que todo el esfuerzo fue pequeño.
Un día él la llamará mamá. Usted lo verá corriendo en el parque, subiendo en el resbalador, jugando con otros niños, dibujando las primeras letras - que él va a mostrar con todo el orgullo. Y, por nada en este mundo, usted querrá cambiarlo por lo que usted era antes, y usted ni sabía lo que era amor ... "Fuente: Vivian Watson Molina, Una Nueva Maternidad
Porque este es sólo el comienzo ...
Seamos madres o hijos, podemos entender que, de la misma forma como no hay un ser en ese mundo que no cometa errores, no existe un prototipo de madre perfecta. Una madre es una mujer con sus imperfecciones y sus inseguridades, pero con una gran responsabilidad que desempeñará de la mejor manera que pueda.
Afortunadamente, hay buenas madres que las madres tóxicas, y la gran mayoría de nosotros puede agradecer a nuestras madres por habernos dado la posibilidad de vivir en un mundo maravilloso. Una mujer, desde que se convierte en madre,
pasa a poseer el mayor privilegio del mundo: el del amor infinito.Una madre que ama a sus hijos siempre cometer errores, pero su amor servirá de impulso para que el fruto de su vientre haga lo mejor posible.
El corazón de una madre aumentadiariamente desde que tuvo el placer de ver a su hijo levantar la cabecera, sentarse, sonreír o gatear. Porque desde la primera mirada en su vientre, una madre se apasiona incondicionalmente por toda la vida.Porque una madre esuna versión
mayor de sí misma y su corazón es un universo infinito.A pesar de sus errores a acercarse a una madre del mundo real, es el ser más divino que hay en el planeta.
El peor defecto que las madres tienen es que mueren antes de que sus hijos consigan retribuir parte de lo que ellas hicieron por ellos.Dejando un triste, culpable y desesperadamente huérfano. Por suerte hay una sola, porque nadie aguantaría el dolor de perderla dos veces.Isabel Allende