Ya hemos escuchado cientos de veces que "el tiempo lo pone todo en su debido lugar", pero será que es eso mismo? Deseamos que eso realmente suceda, que la vida se encargue de castigar a aquellas personas que causan sufrimientos y que nos recompense por nuestras buenas acciones. Sin embargo, no podemos decir que esto es falso o verdadero, porque los proyectos del destino están más allá de nuestra comprensión.
Lo que sucede en realidad es que ese dicho es mal entendido. No somos justicieros y no podemos esperar que las cosas sucedan por inspiración divina. En realidad, no vamos a sufrir las consecuencias de nuestros actos, pero no podemos evitar que nuestras acciones identifiquen nuestra historia de vida.
La vida nos ofrece la oportunidad de reflexionar, corregir los errores y seguir adelante. "Me pregunto si he cambiado por la noche. Déjeme pensar: yo era la misma persona cuando me levanté esta mañana? Creo que estaba un poco diferente. Pero si no soy la misma, ¿quién soy yo? ¡Ah, ese es el gran enigma! - Alicia en el País de las Maravillas -
CompartirSi existiera ojo por ojo, el mundo estaría ciegoLa vida sigue su rumbo, aunque no siempre es de la forma que deseamos o esperamos.El tiempo no tiene prisa; es un juez sabio que no juzga inmediatamente.
Cuando no nos gusta algo o sufrimos alguna injusticia, recurrimos a la idea del "destino como justiciero
". Sin embargo, esto es sólo una manera de cerrar los ojos, para no ver lo que no podemos controlar. Este tipo de comportamiento nos tranquiliza y creemos que nuestra felicidad no corre peligro. Digamos que creer en un mundo justo es una especie de autoengano que nos lleva a ignorar todo lo que nos molesta.En todo caso, hay personas malvadas que quisiéramos que recibieran el castigo que merecen, por eso fantábamos esa idea de que el mundo es justo.
Compartir Necesitamos y nos gusta creer en eso para vivir con tranquilidad. Nuestra mente necesita creer que podemos controlar todo, pero en realidad sólo podemos controlar una pequeña parte de nuestras experiencias.
No podemos esperar que las cosas buenas ocurran si no actuamos en ese sentido.Lo que es realmente eficaz es "sudar la camisa", para tener posibilidades de ganar una competencia. Pero, aún así no tenemos la garantía de nada, ni siquiera suerte.
¿Qué hice para merecer esto? Muchas veces no es justo lo que sucede con nosotros, pero
esa idea de igualdad sólo existe en nuestra mente . Esto no es malo, en la medida en que nos ayuda a protegernos ya organizar nuestro mundo interno.
Sería muy difícil vivir sin miedo, sin pensar en las desgracias que pueden suceder y sin enfrentar dificultades.
Lo importante es enfrentar y trabajar contra las injusticias , en vez de adoptar una postura pasiva como es nuestra característica.Necesitamos evitar caer en la trampa de la victimización y de las quejas
; y plantar las semillas que nos permitan equilibrar las fuerzas, de la misma forma que un atleta entrena todos los días para tener una oportunidad de ganar la competición.Ser una buena persona no es garantía de que sólo suceda cosas maravillosas, así como ser malo no traerá solamente desgracias para su vida. Lo importante es intentar mejorar cada día y preocuparse por lo que hacemos con nuestra vida y con la de los demás.
El tiempo no tiene todo en sus manos, nosotros somos los responsables de dejarlo actuar y organizar nuestro destino. Recuerde que las personas más felices no siempre tienen lo mejor de todo, pero siempre ven el lado bueno de todo lo que les sucede. Compartir