Amor, alegría, tristeza, rabia, nostalgia, compasión ... los sentimientos forman parte de nuestra esencia y de nuestra personalidad. Tanto los positivos como los negativos están presentes en nuestro día a día y son despertados por factores internos y externos también.
Por más que la gente procure quedarse lejos de la rabia, surge de manera inadvertida por diversos motivos. Una frustración en el trabajo, el tránsito, una traición, etc. Hasta un monje budista puede sentir rabia. La gran diferencia es lo que hacemos con ella. El primer paso para tratar con ella es identificar de dónde viene y lo que la motiva. Bert Hellinger es el idealizador de la Constelación Familiar y describe sus diferentes tipos:
Los 6 tipos diferentes de rabia
1- Cuando alguien le ataca o comete una injusticia.La reacción de indignación permite su defensa y que usted se imponga, actúe a su favor. Ella es buena, pues lo fortalece y también porque ella termina una vez que el problema se resuelve. Se trata de una rabia con objetivo y foco.
2- Cuando dejas de tomar, pedir o exigir algo que es tuyo por derecho. En lugar de tomar una actitud, usted se enfada y maltrata a la persona a quien usted debería haber requerido lo que es suyo. Esta rabia paraliza, incapacita y debilita. Ella no se va y sólo crece dentro de ti. Otro ejemplo de este tipo es cuando la usa como defensa contra el amor. En lugar de expresar mis sentimientos, la ira y la frustración en la persona. Ella pudo haber surgido en la infancia, cuando un movimiento afectivo fue interrumpido, sea por una separación, muerte, o cualquier otro motivo.
3- Cuando usted hace mal a alguien y no quiere reconocer. A través de esta rabia se defiende de las consecuencias de la culpa y la empuja hacia otra persona. Así como en el tipo dos, ese sentimiento sustituye la acción y lo permite quedarse pasivo y paralizado.
4- Si alguien le da muchas cosas buenas y usted siente que no puede retribuir. Es extraño, pero en este caso también surge una rabia en forma de recriminación. Esto sucede mucho entre los hijos y sus padres. Esta rabia sustituye acciones como dar, agradecer y actuar, ya veces puede ser manifestada a través de una depresión. Todos los sentimientos paralizantes. Cuando usted adopta la rabia de otra persona y la usa contra terceros. Por ejemplo, una mujer que se enoja con su marido, pero reprime la sensación. El hijo puede tomar ese sentimiento para usted y usarlo contra el padre. O cuando usted está en rabia de su jefe, pero no discute con él, puede llegar a casa y descontar en su pareja, o en el tránsito, o con el camarero del restaurante. Usted puede incluso sentirse en el derecho de actuar de esa manera, pero utiliza una proporción descabellada y sale debilitado de todo eso.
6- Existe la rabia que es virtud, energía. Se trata de una fuerza de imposición, alerta y centrada, que responde a emergencias y que, con osadía y saber, enfrenta lo que es más difícil. A esa rabia no cabe emoción. Cuando es preciso, ella usa la fuerza y puede incluso infligir el mal, pero es una agresión constituida de pura energía. Se manifiesta como una acción estratégica.
Saber identificar ese sentimiento ayuda a lidiar mejor con él y usarlo para el bien, como motivador y un factor de cambio en su vida. Cada vez que siente rabia, pare por un momento y analice la situación.
¿Por qué se siente así? ¿Cómo puedes canalizar esa energía para la acción y no para la paralización? Aprende a convivir con tus sentimientos y ver que se transforman en algo bueno. Vea otras maneras de hacer esto aquí: //bit.ly/2anGIRn