Hay noches en que no conseguimos dormir cuando nos gustaría. Estamos exhaustos, estamos con sueño, pero aún así no podemos descansar. Además, empezamos a dar vueltas en la cabeza porque, cada vez que miramos el reloj, vemos la hora de despertar más cercana y sabemos que en esa noche - por la razón "X" - es imprescindible dormir bien.
Así, nos ponemos cada vez más nerviosos. "No voy a dormir nada". "Mañana no voy a rendir en el trabajo". "Además de todo tengo mil cosas para hacer". "Usted va a ver, ese día va a ser pésimo". Todos estos pensamientos nos hacen entrar en un bucle de preocupación del que es difícil salir ... ¿Cómo vamos a dormir bien así?
¿Qué factores ambientales nos traen problemas de sueño?
La primera cosa que tenemos que hacer para intentar tener un sueño mejor es tomar conciencia de los factores ambientales que nos impiden dormir bien. Por ejemplo, si entra demasiado ruido de la calle, si la temperatura del ambiente es adecuada o no, si hay mucha luz, etc. Una vez que lo sabemos, vamos a ser capaces de remediar la situación. ¿Cómo podemos alentar el descanso? Por un lado, para reducir el ruido podemos amueblar más la habitación, acolchar la puerta y colocar cortinas de tejido, así como colocar alfombras en el suelo. Por otro lado, es deseable que las habitaciones sean de colores cálidos y ventilados todos los días.
La temperatura ideal debe ser alrededor de 20-22 ° y, si es pequeña, es deseable que - si no existen otras circunstancias que imposibiliten - durmamos con la puerta entreabierta, para que el aire pueda fluir. También es mejor no dormir con plantas en la habitación, ya que consume el oxígeno que existe. También es bueno que la cama no sea muy pequeña para que tengamos una amplitud de movimiento
durante la noche. El colchón, a su vez, es mejor que sea de calidad. En realidad, hay un dicho en inglés que dice que si hay algo que deberíamos invertir es en un buen colchón y en buenos zapatos, ya que sobre ellos pasamos más de 2/3 de nuestras vidas. En lugar de usar mantas en exceso, es mejor usar un edredón de plumas, que son más ligeros y transpira mejor. En cuanto a las almohadas, es mejor que no sea muy alto para que el cuello no quede en una posición muy forzada. ¿Qué hábitos favorecen un sueño mejor?
Así como existen factores ambientales que nos perjudican a la hora de dormir, nuestro estilo de vida también influye significativamente.
Como y lo que comemos, el hecho de realizar ejercicios o no, o el consumo de sustancias estimulantes como la cafeína desempeñarán un papel decisivo. Es lo que conocemos como hábitos de sueño.
¿Qué podemos hacer con respecto a esto? Un buen hábito es la práctica de ejercicio durante el día, pero cuidado! Si se practica antes de ir a la cama no es productivo. En cuanto a la comida, es mejor que la cena sea ligera y una hora antes, para que la digestión ya haya terminado cuando se vaya a la cama. Además, si comemos alimentos ricos en calcio y vitamina B será mejor, ya que tienen propiedades sedantes. También se debe evitar el chocolate o una gran cantidad de azúcar en general, así como los estimulantes como el café, el té o los refrescos de cola.Es aconsejable no beber alcohol o fumar durante varias horas antes de acostarse.
También no es bueno comer si se despierta en medio de la noche.
¿Qué problemas existen cuando utilizamos el cuarto para más cosas además de dormir? A veces ponemos en práctica todo lo que se ha dicho hasta ahora, pero seguimos teniendo dificultades para dormir. Esto puede deberse al hecho de que realizamos en el cuarto otras actividades del día a día que son incompatibles con el sueño. Si este es el caso, cuando vamos a la habitación nos activamos física y mentalmente. Si esto está sucediendo, debemos seguir algunos pasos. En primer lugar, tenemos que ir a la cama sólo cuando tengamos sueño y apagar las luces.
También no debemos comer, estudiar o ver la televisión en la habitación, ni usar la cama para otra cosa además de dormir o tener relaciones sexuales.
También es deseable establecer una serie de hábitos que debemos hacer todas las noches y que nos indiquen que se acerca a la hora de dormir. Por ejemplo, todos los días poner el pijama, cepillarse los dientes, cerrar la puerta, apagar la luz e ir a la cama, siempre en el mismo orden. Si no pudimos caer en el sueño en 10 o 15 minutos, es mejor ir a otra habitación y hacer alguna actividad tranquila hasta que empecemos a caer en el sueño. Cuando esto suceda, podemos volver a la cama, dormir y así recargar nuestro cerebro. Si seguimos sin conseguir dormir mejor, debemos repetir estos pasos tantas veces como sea necesario. Por último, se recomienda no tomar una siesta y despertar siempre a la misma hora, no importa cuánto tiempo estuvimos durmiendo.
Todos estos comportamientos van a ser bastante difíciles al principio, pero si nos esforzamos para cumplirlos diariamente, se transformarán en hábitos que nos ayudar a superar nuestros problemas de sueño y dormir mejor. El hecho de descansar de manera adecuada está en la base de nuestro buen funcionamiento físico, psicológico y emocional. Por eso te invito a poner todo esto en práctica para conseguir dormir correctamente ... ¡Vamos al descanso!