La influencia de la música sobre la gente es algo maravilloso. La música es un lenguaje universal capaz de despertar emociones y sensaciones únicas.
A veces usted oye a alguien cantar en un idioma desconocido, pero aún así puede sentir lo que ella desea transmitir, aunque no entiende específicamente lo que dice la letra. Lo que usted sabe es que la música está expresando algo alegre, triste o dramático, etc.
La música es como el chocolate, casi todo el mundo le gusta. Esto sucede desde tiempos inmemoriales: si existe una cultura, hay también un lugar para esos sonidos rítmicos que transmiten sentimientos. En todos los tiempos y en todas las civilizaciones, existe esa forma particular de expresión, tan rica en estilos. "Cuando siento miedo, mantengo la cabeza erguida y silbo una melodía alegre, para que nadie se da cuenta de que tengo miedo ... / Y cada vez que eso sucede, la alegría de la melodía me convence de que no tengo miedo".
- Rogers y Hammerstein -
Sin darse cuenta, a veces recurrimos a la música buscando un recipiente para los sentimientos que nos dominan, un lugar donde ellos pueden desbordar libremente sin perjudicar a nadie. Otras veces, nos encontramos para bailar y hacemos los ritmos musicales marcar el ritmo de la fiesta. También buscamos melodías para tranquilizarnos, para estudiar o trabajar. Pero, ¿cuál es realmente la influencia de la música sobre nuestra mente?
Una experiencia en torno a la música Esta experiencia se realizó en la facultad de psicología de la BUAP, en México. Fue dirigida por el profesor Roberto Valderrama Hernández.
Su objetivo era descubrir cuál era el efecto de una melodía "fuerte" sobre la ansiedad.
Por melodía "fuerte" se entiende aquella que tiene un ritmo irregular, marcado, rápido y oido en un volumen muy alto. Básicamente corresponde al "metal pesado" o "heavy metal". Para este estudio se eligieron 137 individuos. Entre ellos, 31 eran hombres y 106 mujeres con edad media de 20 años y todos eran estudiantes de psicología. Inicialmente, les aplicaron una prueba para medir su grado de ansiedad. Después, oyeron fragmentos de heavy metal de 5 minutos cada uno. En total, cada encuesta escuchó música durante 47 minutos. El investigador pudo observar que
durante los intervalos de escucha, los participantes se ponían más nerviosos.
Ellos se mostraban inquietos y expresaban esa inquietud cambiando constantemente de posición y con movimientos aleatorios de sus manos y pies. El profesor Valderrama concluyó que ese tipo de música excitante aumentaba el nivel de ansiedad. La explicación es queese tipo de ritmo estimula intensamente el sistema simpático y eso aumenta la tensión física y psicológica.
Si esta tensión no se libera a través de movimientos como bailar o saltar, la energía se acumula y da lugar a síntomas típicos de la ansiedad. La influencia de la música y su efecto positivo El hecho de que las notas musicales "generen" energía no es un problema. El problema ocurre cuando esta energía no puede ser liberada a través de la actividad física. En ese sentido, la "música fuerte" es óptima para situaciones que exigen un comportamiento firme o competitivo.
Además, las notas musicales tienen la capacidad de relajarnos: podemos oír los géneros musicales que tienen ritmos más regulares y lentos.
Algunas piezas de música clásica, instrumental o pop suave contribuyen a tranquilizarnos. Ellas son muy utilizadas en salas de radioterapia o tratamientos médicos agresivos para relajar a los pacientes.
La ciencia ha logrado establecer que los ritmos musicales estimulan diferentes áreas del cerebro. En realidad, una investigación de la Universidad de Florida sugiere que los ritmos musicales promueven más activación cerebral que cualquier otro estímulo conocido. Entre los principales efectos positivos se encuentran los siguientes: Fortalece el aprendizaje y la memoria. Regula las hormonas relacionadas con el estrés.
Permite recordar experiencias y memorias.
- Afecta los latidos del corazón, la presión arterial y la pulsación.
- Modula la velocidad de las ondas cerebrales.
- La influencia de la música afecta a todos los seres vivos.
- Se ha comprobado que la buena música fortalece nuestro sistema inmunológico y mejora la salud. Las vacas dan más leche cuando las sonatas de Mozart se colocan como "música de fondo", y hasta las plantas florecen más con una música suave. La clave está en encontrar el ritmo que nos pueda favorecer en cada situación específica, para que podamos aprovecharlo al máximo a nuestro favor.