No importa por cuánto dolor haya pasado, siempre debe recordar que cada cosa llega a nosotros a su tiempo y su ritmo, y que al final todo pasa, todo viene y todo cambia. Para que esto suceda a nosotros paciencia, tiempo y reflexión. Aunque no sean cosas fáciles de conseguir, tampoco son imposibles. Entonces llegará el día en que todo lo que pasó será apenas un recuerdo de recuerdos que llevaron a mucho aprendizaje.
Absolutamente todo lo que nos ocurre tiene un comienzo y un fin
. Aunque suceda algo negativo, no se desespere, aunque su vida esté conturbada. Y si está en una etapa reconfortante, recuerde que debe aprovecharla al máximo, y mantener los buenos recuerdos.Con paciencia todo se alcanza
No falta nada a quien tiene paciencia. Entre otras razones, esto es porque la meta de los pacientes es avanzar y aprovechar todo lo posible de los acontecimientos, para devorar experiencias, asumir cambios y no dejar que el presente escape.
Todos esperamos en algún momento que las agujas del reloj corran más rápido, o que las hojas del calendario pasan prematuramente. Con el paso del tiempo nos obligamos, sin embargo, a reflexionar sobre la trascendencia de lo que nos ocurre y de lo que queremos que ocurra. En ese sentido, hay un proverbio chino que encierra en sí mismo una enseñanza altamente terapéutica: "Si algo tiene solución, para que preocuparse? Si algo no tiene solución, ¿para qué preocuparse? "Siempre hay algo que permanece
Es cierto que aunque todo pase, siempre habrá algo que permanecerá sobre lo que pasó. Casi siempre el aprendizaje de las circunstancias por las que pasamos impregna parte de lo que podemos llamar nuestra esencia.Nuestra esencia acumula todas aquellas transformaciones por las que pasamos. Así, debemos usar eso a nuestro favor para mantener el equilibrio entre pasado, presente y futuro.
Compartir Cuando nuestras preocupaciones son excesivas y la tensión se vuelve casi insoportable, debemos repetir que todo pasa y todo cambia. ¿Cómo podemos tranquilizarnos? Ante los acontecimientos o épocas angustiantes, debemos darnos cuenta de los estímulos internos y eventos externos que nos generan ansiedad o angustia.
Podemos lograrlo intentando provocar una preocupación y analizando cómo nos comportamos ante ella.Lo ideal es conocer las estrategias relacionadas con la respiración u otro tipo de actividad que nos ayude a concentrarnos en el aquí y en el ahora (por ejemplo, pintar libros de color anti-estrés).
De esta manera disminuir las expectativas y previsiones negativas, enfocando la atención en el momento presente.
- No podemos dejarnos llevar por expectativas, que pueden ser incorrectas, de eventos futuros. ¿Qué tipo de problema es posible que tengamos que afrontar? No hay una solución mágica para cada problema
- , pero siempre podemos tener estrategias que nos ayuden a resolver nuestras preocupaciones de la mejor manera posible. En primer lugar, pensar en qué tipo de preocupaciones podemos tener: Preocupaciones sobre conflictos con otras personas o sobre mantenimiento y reparaciones que nuestra casa necesita. Estos tipos de problemas son muy inmediatos y podemos entonces aplicar estrategias de solución de problemas. Resumidamente: Tenemos que prestar atención al problema asumiendo que los problemas son parte de la vida y que es importante sentirnos capaces de afrontarlos, así como procurar no responder de manera impulsiva.
- Es importante especificar lo que influye en el problema y qué soluciones nos ocurren para enfrentarlo
, sean o no absurdas. Podemos contemplar el problema en primera instancia. La cantidad de ideas genera calidad.
Debemos tomar decisiones en relación a las alternativas de solución que nos han ocurrido, midiendo pros y contras tanto a nivel emocional, como a nivel de gasto de tiempo y esfuerzo.
- Una vez que hayamos tomado la decisión más sensata, debemos ponerla en práctica.
- Si no encontramos todavía una buena solución, repetimos el proceso. Otro tipo de problema o preocupación sobre cuestiones inmediatas no son modificables, como, por ejemplo, la enfermedad de un ser querido o el estado en que se encuentra el mundo. En este punto tenemos que tener estrategias de autocontrol y de revalorización positiva
- , por ejemplo. Preocupaciones irracionales como con el fin del mundo o con el hecho de que podemos estar seriamente enfermos de repente no se basan en una realidad muy probable. Por eso es necesario cultivar la capacidad de racionalizar, con argumentos coherentes, desmontando así los pensamientos que son ni un poco probables.
- En todo caso, es importante que tengamos en mente la idea de que no hay nada permanente y que la vida está naturalmente llena de cambios. Debemos enfocarnos en el aprendizaje y no en los errores o las tristezas. No podemos detenernos y ahogarnos, sino seguir nadando para avanzar, sin perder la vista.Compartir