Nadie es más infiel que un celoso. Puede incluso ser infiel sólo en el deseo, sin llegar a concretarlo en acciones, pero la verdad es que en su mente no cabe la idea de fidelidad, y es por eso que cuestiona a su pareja, aunque no haya motivos. Por acciones y esquemas de pensamiento como éste, se dice que el ladrón juzga por su condición.
Esto no se aplica sólo a los celosos. El ladrón juzga por su condición cada vez que alguien atribuye a otro lo que en verdad se aplica para sí mismo. O, en otras palabras, cuando ve a los demás como si estuviera mirando hacia un espejo. Entonces, nota en ellos las características que en verdad están en sí mismo. Él atribuye a los demás sus propios defectos o virtudes. "La manera en que tratamos a nosotros mismos es también la manera en que tratamos a los demás". Cuando decimos que el ladrón juzga por su condición, en realidad estamos hablando de un mecanismo de defensa inconsciente. Este mecanismo recibe el nombre de "proyección". Consiste precisamente en ver en los demás lo que no queremos admitir en nosotros mismos.
Los mecanismos de defensa
Los mecanismos de defensa son estrategias, en gran parte, inconscientes. S
yo objetivo es proteger la conciencia de pensamientos o emociones que son desagradables o intolerables. Es como si hubiera un botón que se activa automáticamente. Este botón hace que un velo caiga sobre lo que no queremos ver. Y entonces dejamos de ver aquello, aunque esté allí. Todas las personas tienen mecanismos de defensa. Algunos se forman en edades muy precoces y otros más tarde. Ellos nos ayudan a mantener el equilibrio y no son en sí mismos malos o buenos. Algunas personas son más conscientes de los mecanismos de defensa que usan, mientras que para otros es más difícil reconocerlos. La proyección es uno de esos mecanismos de defensa. Evita la incomodidad de tener que prestar atención a las realidades personales que rechazamos de forma consciente. Es por eso que, de forma involuntaria, colocamos esas realidades hacia afuera. Nosotros los atribuimos al otro. Es cuando el ladrón juzga por su condición.
Como el ladrón juzga por su condición
De una forma u otra, todos estamos proyectando permanentemente.Nosotros vemos el mundo a nuestra manera.
Hacemos una lectura particular de la realidad, por más objetivos que queramos ser. Vemos algunos aspectos y dejamos de ver otros. Enfatizamos algunos detalles y no otros. Cuando hablamos del mundo, en gran parte estamos hablando de nosotros mismos.
El mecanismo de proyección funciona de diferentes maneras. Estos son algunos ejemplos:
Proyección afectiva.
Decimos que alguien nos odia, aunque en realidad seamos los que odiamos a ese alguien. Lo mismo vale para el amor y para todos los sentimientos. Proyección emocional. Cuando decimos que la luna está romántica o que el mar está en silencio. La luna es un satélite que no tiene en sí ningún sentimiento. Lo mismo vale para el mar. Los vemos así, les damos otra connotación.
Proyección de una necesidad.
- Es un poco más difícil de detectar. Sucede cuando, por ejemplo, una persona da consejos a todos, sin que lo pidan. Probablemente buscando a alguien para darle orientación. Proyección de características personales.
- Sucede cuando recriminamos los comportamientos de otras personas en los que también incurre. Como el padre fumador que llama a sus hijos de "adictos" cuando los ve con un cigarro en la boca. Es el caso típico que se aplica cuando el ladrón juzga por su condición. La proyección no permanece sólo en hechos aislados. A veces construimos verdaderas teorías que revelan características muy particulares. Fue lo que sucedió con la humanidad egocéntrica que no podía aceptar que era la Tierra que giraba alrededor del Sol.Hacer las proyecciones conscientes
- Si usted puede tomar conciencia de las proyecciones, aumenta significativamente el conocimiento de sí mismo. Para lograr esto, el más eficaz es tomar una cierta distancia e intentar observar de forma desprevenida. La idea es capturar lo que realmente se siente.
- Cuando usted haga un juicio sobre alguien de forma espontánea, trate de hacer una pausa. Examine el contenido de ese juicio y lo que experimenta en relación con él. Evalúa los motivos que tienes para juzgar a esa persona de esa manera. Intenta descifrar cuáles son los sentimientos negativos que acompañan ese razonamiento. Es muy posible que, al hacer este pequeño ejercicio, comiencen a percibir cómo usted proyecta. Comienza a entender lo que significa decir que el ladrón juzga por su condición. Encuentre en sí mismo los rasgos de lo que le parece insoportable en los demás.