Las personas interesantes son aquellas que usted encuentra buscando recuerdos en su baúl. Son las que le ofrecen conocimientos, experiencias y buenos sentimientos. Las personas interesantes, a diferencia de las personas interesadas, no lo exigen, ellas ofrecen.
Ofrecen momentos de calidad, no requieren minutos de su reloj ni días de su calendario. No son imponentes en la vida, pues ellas permanecen. Ellas no buscan su máxima atención, la captan. No miran sus relaciones con otras personas con malos ojos, pero se alegran por otras personas para ofrecerle felicidad. Por lo tanto, la principal diferencia es vista desde lejos. Porque no es quien dice gustar de ti, es quien demuestra eso.
Es quien, en sus malos momentos, simplemente conjuga el verbo ESTAR.Quien, con una mirada, se hace cómplice de su bienestar y de su malestar. Las personas que no son interesadas son aquellas que no te dejan vacío y no juzgan sus comportamientos, son aquellas que no son devoradas por los celos y llevan sus fallas al campo del olvido y del perdón.
Hay mucha gente interesante, pero también hay quienes tienen comportamientos interesados. Hay mucha gente que sólo habla, pero también hay quien escucha. Hay muchos que critican, pero también hay quienes comprenden ...
Compartir Las personas interesantes nos transforman en individuos mejores
El simple hecho de que el vínculo con alguien lo transforme en una "
persona mejor" es un indicio claro de que esa la persona debe estar en su vida.Conectarse intensamente y saber que somos amados es un bálsamo de vida poderoso.Cuando tenemos gente interesante a nuestro alrededor, la carga es más soportable y el camino es más divertido.
CompartirLas personas interesadas cancelan cuando el viento no sopla en la dirección que quieren.
Desconectar sentimientos y romper la conexión con malas acciones, con un rápido desinterés que deja nuestras papilas gustativas enfocadas en un sabor amargo. Sabores amargos que deben ser reemplazados. Cuesta lo que cueste, se trata de sobreponer sensaciones, de ahogar las angustias, de vivir el luto, de poner de lado las expectativas de nuestra mente para asumir la realidad.
Quien espera que se decepcione
Hay personas que fallan con nosotros y las personas con las que fallamos. Esto es inevitable en la evolución de la vida. Tenemos que partir del supuesto de que las relaciones y lo que esperamos de ellas son, por definición, mutables. Por eso, para superar una decepción, lo primero que debemos hacer es trabajar nuestras expectativas y permitir que las relaciones fluyan en consecuencia. Cuando dejamos de poner este tipo de obstáculos, notar que todo se vuelve mucho más simple, que podemos decir adiós a las necesidades y que habremos sacado piedras de nuestra mochila.
El objetivo final es encuadrar nuestras expectativas en nosotros mismos, y no en los demás, pues además de muchas veces ser injustos, eso nos lleva a la decepción. Esta desilusión o decepción suele producir cierta desconfianza y, por lo tanto, estados emocionales indeseables y actitudes poco saludables. Estamos tan enfermos de que no podemos tolerar la incertidumbre en nuestras relaciones. Por esta razón, la única salida que puede evitar que nos sintamos abandonados o decepcionados es trabajar nuestros miedos y nuestros aspectos emocionales más íntimos, de forma que no dependemos de los demás para ser felices.
Es decir, es muy angustioso pensar que la persona que amas puede dejar de amarte, pero ten cuidado de que ese miedo no se une a inseguridades e idealizaciones.
CompartirEl hecho de que alguien no se quede detrás de usted cada segundo o no actúe con el nivel de detalle que usted habría tenido no significa que esa persona no lo ama. Simplemente significa que
ustedes son personas diferentes. Pero si alguien no lo atiende nunca, ya no se trata de una cuestión de expectativas, sino de falta de respeto y de interés. Feliz o desafortunadamente, esto sólo se aprende a través de la experiencia. La mejor forma de protegernos y curar las malas experiencias nos está deshaciendo de nuestras expectativas y de las imágenes que formamos. No todo el mundo es bueno y nadie es perfecto, por lo que nuestra reacción dependerá del valor que asignar a cada factor de influencia.