Resistir o aceptar

"La aceptación es una puerta mágica que se cierra para los problemas y se abre a las oportunidades" -, Rafael Hernán - Resistir para huir de la realidad

No podemos huir de experiencias dolorosas como enfermedades, pérdidas, decepciones, separaciones, etc. Resistir a esos acontecimientos o circunstancias, por indeseables que sean, sólo nos traerá más sufrimiento y dolor.

Resistir es poner nuestra emoción en lo que no queremos y que nos preocupa. "¿Por qué sucedió conmigo?"

La resistenciaes un mecanismo de oposición a la realidad. Sentimos rabia, impotencia, desaprobación, indignación, y eso nos quita la serenidad y la lucidez. El hecho de resistir a los cambios no impide que ocurran . No todo está bajo nuestro control.La resistencia provoca una tormenta emocional

. Es una emoción que crece a medida que nos hacemos conscientes de lo que está sucediendo y no podemos encontrar una solución. No pudimos ver la situación con claridad, nos sentimos fracasados, desperdiciamos nuestras energías y hacemos las cosas más difíciles.Nuestra tendencia natural es evitar lo que nos causa dolor y sufrimiento.

Resistimos porque no conseguimos aceptar los cambios no planificados. El primer impulso que tenemos es la resistencia. Resistir nos mantiene presos a los problemas. Cuando no aceptamos, nos volvemos amargos, revueltos, frustrados, insatisfechos, llenos de rencor y tristeza. Estos sentimientos negativos sólo nos traen más dificultades y sufrimientos. Aceptar en el momento presente

Viva el presente y deje de resistir. En el instante en que usted acepta y se entrega a lo que la vida puede ofrecerle, nuevas ideas surgen para proseguir en la dirección deseada.

Si queremos modificar cualquier aspecto de nuestra vida, debemos comenzar con la aceptación.Es un proceso lento y gradual que tarda algún tiempo en suceder. Es necesario cambiar el foco de su atención, ver el lado positivo de los acontecimientos y centrarse en la solución de los problemas. Acepte el momento presente como él es. Muchas veces eso nos obliga a posponer proyectos para el futuro y hacer cambios en nuestra vida. La aceptación no significa aprobación, pero hace las cosas más fáciles. Cuando aceptamos, el sufrimiento acaba.

La situación que antes parecía desesperada es un punto de partida para nuevas experiencias y aprendizaje. Aceptar no es permanecer pasivo ante los acontecimientos.

Es reconocer nuestros límites ante situaciones inevitables, encarar la realidad y seguir adelante. Para finalizar, dejo un viejo proverbio,

todo aquello que usted resiste, persiste. Cuando empezamos a aceptar, la situación cambia.