¿Sabes cuál es la diferencia entre insistir y persistir? ¿Quién nunca pasó por situaciones en la vida donde se cuestionó: insisto, persisto o desisto? Y son varios los momentos como éste, sea ante una decisión a ser tomada, renuncias a ser hechas, caminos a ser escogidos.
Hay quienes insistas en relaciones tóxicas, hay quienes insistas en puertas que parecen que nunca se abren, hay quien persista en lo que realmente se quiere y hay quien desista del sueño tan anhelado.
Es necesario entender la diferencia entre insistir y persistir. Existe una gran diferencia entre insistir y persistir.
Insistir significa poner toda su energía para alcanzar un determinado objetivo, pero de manera siempre igual, sin buscar soluciones creativas y sin ver nuevas posibilidades. Es como "golpear la cabeza" en algo que te das cuenta de que no va adelante, pero sigue haciendo todo de la misma manera. Muchas veces, cuando las cosas son demasiado difíciles, cuando la puerta no quiere abrirse, es el momento de pensar: ¿es que realmente es para mí? ¿No estoy obligando a abrir una puerta que no es mi camino a seguir? Cuando algo es demasiado difícil, después de persistir, por supuesto, tal vez sea el momento de descansar y realmente evaluar la situación. La persistencia consiste en buscar soluciones innovadoras para alcanzar lo que sea, de forma más eficaz.Es crear estrategias, alternativas creativas y no desistir ante los obstáculos. ¿Sabe ese dicho que todo que viene fácil, va fácil? Es funcional la mayoría de las veces. Persistir es tener un ideal en mente aunque las cosas sean difíciles, es seguir luchando de forma creativa y resiliente para ello. Sin la sensación de que se está cargando el mundo en la espalda, como mucho sucede en la insistencia. Es como desear llegar al punto que ser quiere, aunque con obstáculos, pero con la sensación de ligereza y de estar en el camino correcto.
Vale la pena hacer esta reflexión, es demasiado difícil? ¿Ya hice todo lo que pude, ya inove, ya luché y lo que deseo no se concreta?
Tal vez sea el momento de descansar. De repensar si está persistiendo o insistiendo. Y reconsiderar que para todo hay un tiempo, tal vez no sea el momento. Hay puertas que no se abren. Y hay otras salidas que a veces no se ven delante del callejón oscuro de la vida.