Muchas veces los medios de comunicación hacen referencia al número de denuncias que ocurrieron en un período de tiempo oa la cantidad de víctimas de maltrato que mueren en manos de sus compañeros. Sin embargo, la situación implica mucho más para quienes sufren y, por otra parte, no todos los casos se incluyen en las cifras estadísticas (falsos positivos y falsos negativos).
No suelen hablar de las palizas o de los hematomas, menos aún de las heridas que no se ven. Porque los malos tratos no lastiman sólo el cuerpo. Cuando alguien está en una relación de maltrato es normal que aparezca un gran malestar psicológico que está allí y que necesita ser remediado, empezando por dar voz a las personas que tantas veces fueron silenciadas. "Continúa me causando sorpresa que existan personas, seres humanos como nosotros, que sean capaces de, con absoluta conciencia y de manera decidida, hacer mal de modo continuo y sistemático. Aún más cuando, además, logran que la víctima se transforme en un ser débil, bastante vulnerable ". -Maria José Rodríguez de Armenta- El trastorno de estrés postraumático en las víctimas de maltrato
Cuando hablamos de estrés postraumático solemos asociar a desastres naturales, robos, asesinatos, guerras o atentados. Pero no a los malos tratos, cuando ellos también pueden ser explicados en ese ámbito. En realidad, este trastorno se caracteriza por volver a experimentar el evento
, por la ausencia de tranquilidad y el intento infructuoso de olvidar, síntomas que se observan muchas veces en las víctimas de violencia de género.
El trastorno de estrés postraumático en estas personas tiene características muy específicas. Por un lado, es normal volver a sufrir los eventos traumáticos en cualquier momento, y, además, con su compañero. Esto hace que esté alerta y en constante vigilancia, ya que
quien provoca el daño es justamente quien debería apoyar y proteger. Por otro lado, el trauma va destruyendo el estado emocional de las personas que sufren poco a poco, ya que suelen tardar años para pedir ayuda. En realidad, es común continuar con el agresor para evitar una nueva agresión, por lo que la víctima muchas veces entiende que no existe solución posible a la situación (desamparo aprendido, abandono). El síndrome de la mujer maltratadaEl hecho de creer que no existe solución a lo que sucede con ellas, o sea, entrar en situación de desamparo aprendido, puede derivar también en el síndrome de la mujer maltratada.
La víctima se adapta a la situación que está viviendo y minimiza el dolor. Pero no es sólo eso, también distorsiona la realidad, negando o disminuyendo la gravedad del problema que sufre.
Además, puede cambiar la forma en que percibe a los demás ya sí misma. En ese sentido, puede engañarse a sí misma e idear al agresor, convenciéndose de que dejará de agredirla porque está enamorado de ella. En realidad, puede llegar a perdonarlo y culpar a sí misma por la situación que está viviendo, llegando a pensar que es el tratamiento que merece.
Los maltratos y la depresión
Las víctimas de maltrato suelen tener baja autoestima , pero también suelen quedar aisladas, lo que hace que no obtengan apoyo social ni refuerzo emocional positivo. Todo esto va debilitando aún más a la persona, lo que puede llevarla a caer en depresión. Este trastorno hace que la víctima tenga dificultades para tomar decisiones y concentrarse, además de producir un deterioro en el rendimiento profesional y el aumento de su inseguridad.
La mujer entra en un círculo vicioso en que cada vez es más difícil salir de la situación de maltrato. La depresión tiene otra consecuencia: el suicidio. En varios estudios se observó que el 29% de las mujeres internadas en urgencias hospitalarias por intento de suicidio eran víctimas de maltrato. En realidad,
la probabilidad de suicidio entre mujeres maltratadas es cinco veces mayor que en el resto de la población. "Este anhelo emocional de dominio, de control y de poder sobre la otra persona es la principal fuerza que alimenta la violencia doméstica entre las parejas".
-Luis Rojas Marcos-La ansiedad asociada a los maltratos
Como sería de imaginar, los trastornos de ansiedad también tienen una incidencia mayor entre las personas maltratadas si se comparan con las demás mujeres. Además del trastorno de estrés postraumático ya mencionado, también se descubrió que son mayores las fobias, la agorafobia, el trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno obsesivo compulsivo.
Este último aparece como un intento para controlar la ansiedad que aparece frente a una situación tan imprevisible. De esta manera, aparecen pensamientos obsesivos sobre el agresor, como también conductas compulsivas para tratar de reducir la ansiedad que se genera con las frases que aparecen en su mente. "Frente a las atrocidades que tenemos que tomar partido. El silencio estimula el verdugo. -Elie Wiesel-
El agresor ejerce su poder y fuerza sobre sus víctimas de una forma que termina destruyendo el otro
, y él actúa tanto por fuera como por dentro. A nivel psicológico, los maltratos dejan una marca en la persona maltratada que tiene consecuencias malas, por lo que es importante prestar atención y ofrecer una salida posible a la situación en que se encuentra.