Batallas inútiles

Hay cosas que he dejado atrás e incluso sabiendo dónde encontrarlas, sé que la vida a menudo es un viaje sin retorno. Pero no tengo miedo y ni me arrepiento de nada porque sé por lo que vale la pena luchar. Muchas batallas son inútiles y por ellas no vale la pena hacerse daño.

Hay cosas que no perdimos, simplemente dejamos atrás. Necesitamos saber cuándo es el momento de seguir adelante sin las personas y cosas que son muy diferentes de nosotros, que no tienen nuestros valores ni nuestra esencia.

¿Cuántas cosas has dejado atrás? A veces, analizando todo lo que ya vivimos, todo el empeño, todo el esfuerzo, todo lo que renunciamos por determinada persona o por algún proyecto, percibimos que son como el humo que escapa a través de una ventana abierta. Muchas veces no podemos percibir la realidad como es realmente.

Nuestras ilusiones, esperanzas y sueños nos dejan de "ojos vendados". Hasta que llega la decepción, hasta que llega el momento en que percibimos que la balanza de nuestra vida está desequilibrada. No tenemos nada, no ganamos nada y nuestro sueño es sólo un sueño malo. ¿Qué hemos hecho mal? ¿Tenemos que arrepentirnos de todo lo que ya vivimos? Nunca. Quien no lucha por sus sueños no es valiente, quien no lucha por sus ilusiones no alcanza la luna. Siéntase orgulloso de su coraje, pero recuerde que "dar un tiempo" puede ser una estrategia prudente y sabia.

Estas batallas inútiles en nuestras vidas ...

Nadie sabe cuánto una batalla o un sueño son inútiles hasta que la realidad los alcanza con toda su dureza.

CompartirNo importa si estamos hablando de un empleo, de una amistad o relación; la vida es una sucesión de momentos en que somos probados y de momentos felices que nos traen muchas alegrías.

Lo importante es aprender de cada experiencia vivida. Usted puede haber cometido muchos errores y dejado muchas cosas detrás. ¿Debe lamentarse por eso? Nunca. Lamentar un error es alimentar la amargura por una determinada elección que hemos hecho a lo largo de la vida.

Los errores deben ser asumidos, entendidos, procesados ​​e integrados a lo que llamamos "baúl de las experiencias". Si esos errores le traen pésimos recuerdos, no alimente ese sentimiento. Los recuerdos desagradables deben ser reemplazados por el aquí y ahora, por la felicidad de hoy.

CompartirNo se pierde ninguna batalla, porque es vida vivida y lecciones aprendidas.

Lo importante es percibir cuanto antes si un proyecto merece o no nuestros esfuerzos y sacrificios. ¿Cuál es la hora correcta para desistir?

Puede ser que en ese preciso momento, muchos de nosotros estemos alimentando esperanzas por un proyecto que no vale la pena.

Vamos a reflexionar un poco al respecto:

1- El poder de las falsas expectativas

A veces, caímos en la trampa de culpar a los demás por alimentar nuestras falsas ilusiones, cuando en realidad

la responsabilidad es nuestra. Algunas personas desean ese empleo de los sueños, pero no tienen cualificación ni formación para asumir ese cargo. Otros fijan todas sus emociones y ansiedad en una determinada persona que nunca les dio la menor atención y no demostró ningún sentimiento por ellos. No podemos perder de vista la objetividad, el equilibrio y las perspectivas.

2- El costo emocional

Esa fuerza interior que llamamos emoción es, en realidad, un motor poderoso y muy peligroso. En muchas ocasiones nos hace dar hasta nuestro último suspiro por la persona amada.

No vemos los límites y abrimos nuestro corazón sin leer el manual de instrucciones. Este manual debería alertarnos: sea cauteloso, proteja su autoestima. Pero no siempre prestamos atención en esa voz interior.

Tenemos que creer que también merecemos recibir. ¿Puede usted ofrecerme amistad, apoyo, complicidad, respeto y reconocimiento? ¿Esta relación afectiva alimenta sus ilusiones? ¿Su pareja está tan comprometida como usted? Si no es así, reflexione y tome su decisión.

Batallas inútiles son todas las personas egoístas que no nos reconocen y que acaban con nuestras fuerzas y nuestros sueños en vez de apoyarnos.

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Olvida el pasado, sigue adelante.Sólo usted sabe dónde está y principalmente donde quiere llegar.