El Trastorno de Personalidad Limítrofe (TPL) afecta al modo en que la persona piensa, percibe y se relaciona con los demás. Es una enfermedad mental grave, que se caracteriza por una inestabilidad prevalente del humor, de las relaciones interpersonales, de la imagen que la persona tiene de sí misma y del comportamiento. Esto causa desajustes y comportamientos que se desvían de las normas sociales. La característica esencial del trastorno de personalidad limítrofe es un patrón general de inestabilidad asociado a las relaciones interpersonales, la autoimagen y los afectos.
La TLP significa, en suma, una persistente anomalía de funcionamiento social y personal, una manera peculiar de lidiar con los problemas y las relaciones interpersonales. Generalmente, comienza en la adolescencia o al inicio de la edad adulta, y cuando se realiza el diagnóstico, la mayoría de las personas tienen una edad entre los 19 y los 34 años.
Principales síntomas del trastorno de personalidad limítrofe
Por favor, no me abandone
Las personas con trastorno de personalidad limítrofe hacen esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginario. La percepción de ser abandonado o rechazado puede llevar a profundos cambios en la autoimagen, en el afecto, en la cognición y el comportamiento.
Estos individuos son muy sensibles a las condiciones ambientales. Ellos experimentan un inmenso miedo del abandono y rabia exagerada. Esto ocurre cuando la separación es real, aunque sea por tiempo limitado, o cuando ocurren cambios inevitables en sus planes. Por ejemplo, pueden experimentar ese miedo o rabia cuando alguien importante para ellos llega unos minutos atrasados o necesita cancelar una cita.
Las personas con TPL pueden creer que ese "abandono" significa que son "malos". El miedo al abandono está relacionado con una intolerancia a la soledad y la necesidad de tener otras personas a su alrededor. Los esfuerzos frenéticos para evitar el abandono pueden incluir actos impulsivos, como la automutilación o comportamientos suicidas. "Las personas con trastorno de personalidad limítrofe hacen esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginario".
Ni con usted, ni sin usted
Las personas con trastorno de personalidad limítrofe tienen un
patrón de relaciones inestable e intenso. Pueden idear a los cuidadores o sus amantes potenciales en el primer o segundo encuentro. También pueden requerir pasar mucho tiempo juntos y compartir los detalles más íntimos de una relación aunque sea reciente. Sin embargo, pueden pasar rápidamente de la idealización para la devaluación de las personas. Ellas pueden creer que la otra persona no es tan importante en su vida, que no le presta suficiente atención o no le queda el tiempo necesario. Pueden comprender y cuidar de los demás, pero sólo con la expectativa de que esa persona "retribuya" para cubrir sus propias necesidades cuando lo necesite. Estos individuos son propensos a cambios súbitos y dramáticos en la forma en que ven los demás.
Los demás pueden considerarlos su mejor soporte y también su peor enemigo. Estos cambios generalmente reflejan la desilusión con un cuidador cuyas cualidades parentales fueron idealizadas o el rechazo o el abandono se esperan. Ahora sí, ahora no
Puede haber una alteración de identidad, caracterizada por una autoimagen inestable o sentimiento de inestabilidad acentuada y persistente.
Cambia repentinamente y dramáticamente su autoimagen, sus objetivos, valores y aspiraciones profesionales.
Puede haber cambios repentinos de opiniones y proyectos sobre la profesión, la identidad sexual, los valores y tipos de amigos. Estas personas pueden cambiar de repente y asumir el papel de alguien que necesita ayuda, de una persona vengativa que intenta compensar los malos tratos sufridos. Normalmente, las personas con trastorno de personalidad limítrofe tienen una autoimagen negativa o nociva. Sin embargo,
a veces tienen la sensación de que no existen
, porque sienten la falta de una relación significativa, de cuidados y de apoyo. Además, las personas con un trastorno de personalidad limítrofe generalmente no se dan bien en situaciones no estructuradas, ya sea en el trabajo o en la escuela."Las personas con TPL cambian repentina y dramáticamente su autoimagen, sus objetivos, valores y aspiraciones profesionales".
Impulsividad y riesgo de suicidio
Las personas con trastorno de personalidad limítrofe son muy impulsivas en al menos dos áreas que son potencialmente perjudiciales a sí mismas. Pueden jugar compulsivamente, gastar dinero de forma irresponsable, comer demasiado, abusar de sustancias tóxicas, practicar sexo sin protección o conducir imprudentemente. Además,
a menudo presentan comportamientos suicidas recurrentes, así como comportamientos de autoagresión.
El suicidio consumado ocurre en el 10% de estos individuos. Los daños por autoagresión (cortes, quemaduras, etc.), amenazas e intentos de suicidio también son comunes. A causa de esta tendencia suicida, ellos mismos o alguien de su convivencia pide ayuda. La autoagresión es una reacción a la amenaza percibida de separación o rechazo. Durante estas experiencias puede ocurrir la automutilación, que trae un cierto alivio porque reafirma su capacidad de sentir o redimir los sentimientos de culpa por ser una persona mala o despreciable.
Experimentando la inestabilidad emocional
Las personas con trastorno de personalidad limítrofe demuestran una inestabilidad emocional debido a la intensidad con que reaccionan a sus propias emociones. Por ejemplo,
sufren episodios de irritabilidad o ansiedad
que suelen durar algunas horas y raramente más que algunos días. Estos episodios pueden reflejar la reactividad extrema del individuo contra estresores interpersonales. Sentimientos crónicos de vacío y rabia Estas personas también pueden quejarse de sentimientos crónicos de vacío y se aburren fácilmente, buscando algo para hacer constantemente. Además,
expresan la rabia de forma inadecuada e intensa y tienen gran dificultad en controlarla.
Ellos generalmente se manifiestan de una forma muy sarcástica, con resentimientos y explosiones verbales. La rabia que se siente a menudo es provocada cuando perciben que un cuidador o amante es negligente, distante, indiferente o que pretende abandonarlos. En el límite de la "locura"
Durante los períodos de estrés extremo, pueden ocurrir ideas paranoicas transitorias o síntomas disociativos (por ejemplo, despersonalización). Estos episodios ocurren más frecuentemente en respuesta a un abandono real o imaginario.
Los síntomas son transitorios y duran minutos o horas. El retorno real de los cuidados de la persona significativa para ellos puede hacer que vuelvan a lo "normal".
¿Cuál es la causa del trastorno de personalidad limítrofe?
Como en otros disturbios, aún no hay una identificación clara de las causas que permiten el desarrollo de ese tipo de personalidad.
Diferentes factores de riesgo pueden predisponer a la persona a desarrollar este trastorno.
Estos factores pueden ser biológicos, psicosociales y genéticos. Lo que sabemos es que, en lo que se refiere al poder de la genética, el trastorno de personalidad limítrofe es cinco veces más frecuente entre parientes biológicos de primer grado. También existe un mayor riesgo familiar de uso de sustancias tóxicas, trastorno de personalidad antisitocial y trastornos depresivos o bipolares. "Los factores de riesgo son biológicos, psicosociales y genéticos".
¿Cuál es el tratamiento del trastorno de personalidad limítrofe?
El tratamiento de este trastorno sigue siendo un asunto difícil para los profesionales de la salud debido a su complejidad y forma de manifestarse.
La inestabilidad emocional dificulta el tratamiento, que a menudo se ha abandonado.
El abordaje terapéutico utilizado actualmente responde a las siguientes directrices: Tratamiento con drogas psicoactivas.
Psicoterapia.
- Intervención en las crisis a través de la hospitalización.
- Creación de una red de apoyo: familia y profesionales.
- Psicofármacos
- La farmacoterapia debe ser vista como una intervención complementaria en el tratamiento de la TPL y no debe ser tratado como un sustituto del trabajo realizado entre la persona y su grupo social de apoyo.
Dependiendo de los síntomas presentes, se prescriben los medicamentos más apropiados.
Normalmente, tienden a aliviar los síntomas presentados dentro de la inestabilidad emocional y afectiva, impulsividad, descontrol conductual y dificultades cognitivas.
Psicoterapia Las intervenciones psicoterapéuticas
combinan diferentes modalidades: individuales y en grupo. Se desarrollan programas altamente estructurados, multidisciplinarios e inclusivos.
En este contexto, las técnicas cognitivo-conductuales, el entrenamiento en habilidades sociales y la psicoeducación demostraron su eficacia. Un tipo de terapia que también está trayendo buenos resultados es la Terapia Dialéctica Comportamental, de Marsha Lineham. Los resultados esperados con esta terapia son los siguientes: Aumentar el nivel de habilidades adaptativas y capacidades funcionales
(autocuidado personal, búsqueda de empleo, acceso a la comunidad, gestión domiciliaria, establecer amistades ...).
Reducir la impulsividad.
- Aumentar la sensación de presencia consciente en el aquí y ahora. Aumentar el bienestar físico y psicológico.
- "La Terapia Dialéctica Comportamental está demostrando su eficacia en el tratamiento del TPL".
- Intervención en la crisis a través de la hospitalización
- La hospitalización es necesaria en los casos de autoagresión, episodios psicóticos y depresivos, deterioro psicosocial y problemas familiares graves.
Generalmente, son internaciones a corto plazo destinadas a controlar los síntomas agudos o situaciones de crisis (equilibrar a la persona lo máximo posible). Una vez que el episodio de crisis está controlado, la persona vuelve a casa bajo supervisión médica y con un tratamiento farmacológico.