Cuando recompensamos a alguien de forma consciente, especialmente a los niños, lo hacemos con el fin de reforzar un comportamiento o una actitud. Sin embargo, con frecuencia caímos en lo que se conoce como el costo oculto de la recompensa. Es decir, un costo involuntario y oculto con el que terminamos por comprometer la motivación intrínseca de la persona en relación a la actividad que está realizando.
Daremos un ejemplo. Este fenómeno explica por qué las personas son más creativas cuando dibujan o escriben por su propia voluntad (motivación intrínseca, MI) que cuando lo hacen por algún premio o recompensa económica (motivación extrínseca, ME). Es decir, son casos paradójicos, en los cuales las recompensas externas disminuyen la motivación. Motivación intrínseca y extrínseca para explicar el costo oculto de la recompensa
En primer lugar, para poder explicar el efecto del costo oculto de la recompensa, es necesario distinguir claramente entre ambos tipos de motivación.
Los comportamientos intrínsecamente motivados son aquellos que realizamos de forma espontánea, por placer o interés por su propia ejecución. Son aquellos que hacemos sin recibir nada a cambio, sin incentivo o control externo. Por eso, estas actividades no son sólo un medio, sino que son ellas mismas un fin. Por otro lado,
la motivación extrínseca proviene de los incentivos y consecuencias en el ambiente. Surge a partir de un pacto de conducta: "haga esto" (comportamiento requerido) para obtener "aquello" (premio compensatorio). A primera vista, un comportamiento puede parecer intrínseco o extrínseco. Sin embargo,
la diferencia fundamental entre ambos reside en la fuente que motiva y dirige el comportamiento. En la MI, proviene de la satisfacción espontánea de una necesidad psicológica, proporcionada por la propia actividad. En la ME, proviene de los incentivos y consecuencias externas. Interferencia en el aprendizaje
Las personas dan recompensas esperando que el otro obtenga el beneficio de haber aumentado su motivación y reforzado el comportamiento. Pero, al hacerlo, estos premios extrínsecos interfieren en el proceso de aprendizaje y en el desarrollo de la autorregulación autónoma.
Este es uno de los efectos explicativos del costo oculto de la recompensa. Imaginemos que los padres siempre recompensen a su hijo con dinero al tomar buenas notas. Al repetir este comportamiento, al final de cuentas el estudiante sólo memorizar para ser aprobado. Es decir, no se sentirá intrínsecamente motivado para obtener una comprensión conceptual del contenido, sólo estudiará para recibir algo a cambio. Las personas son más creativas cuando se sienten más motivadas, más por el interés, placer, satisfacción y desafío del trabajo en sí mismo, que por las presiones externas.
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Básicamente, obligar o animar a las personas en exceso, incluso cuando se utilizan recompensas indiscutiblemente atractivas, como el dinero,provoca un cambio en la importancia de las razones para realizar esta tarea
, pasando de las razones vinculadas a la autonomía para las vinculadas con el. (Deci et al., 1999). Recompensas esperadas y tangiblesLas recompensas esperadas debilitan la motivación intrínseca, mientras que las inesperadas no lo hacen. Sin embargo, en función de la naturaleza de estos refuerzos, el coste oculto de la recompensa puede ser más o menos acentuado.
Las recompensas tangibles (dinero, premios, trofeos) sirven para ejercer una forma de control sobre el comportamiento. A menudo se utilizan en diversos contextos (familiar, educativo, profesional) para alentar a las personas a hacer algo que, de lo contrario, no harían.
Dicho esto, según varios estudios, las recompensas tangibles no esperadas y las que no concuerdan con la tarea no tienen efecto negativo sobre la MI.
Ni la disminuyen ni la aumentan. Recordemos que estas últimas son aquellas que la persona recibe independientemente de cuál haya sido su desempeño en la tarea. Por otro lado, las recompensas concordantes con la participación, la finalización y la ejecución de esta actividad disminuyen la MI.
¿En qué actividades un empujón funciona? Hay ocasiones en que la motivación extrínseca también funciona y, por lo tanto, el costo oculto de la recompensa no se genera. Es decir, existen excepciones en las cuales los incentivos, consecuencias y recompensas externas son beneficiosos. Nos referimos más específicamente a aquellas actividades que no tienen un gran atractivo intrínseco por sí mismas.
Algunas de ellas son: participar en tareas de reciclaje, de conservación de la energía, dirigir de acuerdo con las normas de tránsito o aumentar la participación de ancianos en las actividades físicas. En todas estas actividades es productivo premiar el buen comportamiento, ya que, si no es así, ese comportamiento no sería efectivamente realizado.
El costo oculto de la recompensa extrínseca sobre la motivación intrínseca se limita a aquellas actividades en las que ya existe un interés. Compartir
Como se puede ver, siempre hay dos maneras de aprovechar una actividad. Si tocamos un instrumento musical para divertirnos y desarrollar habilidades valiosas, lo haremos de manera intrínseca. Si tocamos el instrumento porque es una oportunidad para ganar dinero, premios y trofeos o para impresionar a los demás, será de forma extrínseca. ¿Con qué forma se identifica?
Con la primera, la segunda o las dos?